Quito. El empresario Daniel Noboa asume la presidencia en un Ecuador marcado por la violencia del narcotráfico y la inestabilidad política
Daniel Noboa, destacado empresario ecuatoriano, asumirá este jueves la presidencia de Ecuador, convirtiéndose así en el mandatario más joven en la historia del país.
A sus 35 años, el hijo del magnate bananero Álvaro Noboa llega al poder para completar el periodo inconcluso de su predecesor, el saliente Guillermo Lasso, quien disolvió el Congreso en mayo para evitar un juicio político por corrupción.
El país enfrenta no solo una crisis política, sino también la creciente violencia generada por bandas de narcotraficantes con alcance internacional, que dejó aproximadamente 3.600 asesinatos en lo que va del año, según el Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado.
Noboa, autoproclamado de centroizquierda y respaldado por fuerzas de derecha, gobernará durante un periodo inusualmente breve de 18 meses.
A pesar de contar con poca experiencia política y escaso respaldo en el Parlamento, el politólogo Santiago Cahuasquí señala que su gobierno será “estructuralmente débil”, una característica compartida con sus antecesores, incluido Lenín Moreno.
Cahuasquí aconseja a Noboa adoptar un enfoque pragmático y realista dada la naturaleza transitoria de su mandato para evitar generar frustración entre los ecuatorianos.
Noboa, nacido en Estados Unidos y formado en prestigiosas universidades extranjeras, es reconocido por su diversidad de intereses, desde ser sommelier hasta coleccionar ajíes. A pesar de ser relativamente desconocido en la política antes de las elecciones, cuenta con un respaldo del 60%, según la encuestadora privada Cedatos.
Desafíos y alianzas en el escenario político de Ecuador
El nuevo presidente enfrentará desafíos significativos, entre ellos, la tarea de lidiar con las numerosas bandas vinculadas a carteles mexicanos y colombianos que siembran el terror en el país. La tasa de homicidios se cuadruplicó entre 2018 y 2022, alcanzando 26 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
En el ámbito político, Noboa, líder del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), se une al correísmo y al Partido Social Cristiano (PSC) para formar una mayoría parlamentaria. Aunque logró la presidencia con el 52% de los votos en el balotaje frente a la izquierdista Luisa González, su movimiento solo obtuvo 17 de los 137 escaños parlamentarios.
Analistas como Santiago Cahuasquí destacan la fragmentación y volatilidad en las fuerzas políticas del país. El acto de toma de posesión en Quito contará con la presencia de líderes regionales, incluidos los presidentes de Colombia y Bolivia, así como el vicepresidente de Brasil y cancilleres de varios países.
Retos económicos y sociales en el horizonte de Noboa
La inseguridad, el desempleo, la pobreza y la corrupción son los principales problemas identificados por los ecuatorianos, según datos de Cedatos. Además, el fenómeno climático El Niño amenaza con afectar aún más una economía dependiente del petróleo, que experimenta fluctuaciones en los precios.
Pablo Lucio-Paredes, director del Instituto de Economía de la Universidad San Francisco de Quito, señala que Noboa recibe el país en una situación económica compleja, con un déficit presupuestario proyectado de $5.000 millones para 2024.
Con 16.9 millones de habitantes, Ecuador enfrenta desafíos como un desempleo que afecta a 3.1 millones de personas y una tasa de pobreza, incluida la extrema, que afecta al 38% de la población. La deuda pública, que representa casi el 40% del PIB, requerirá decisiones importantes sobre la gestión de gastos, ingresos y financiamiento externo.
Expertos consideran que el mandato de Noboa será una suerte de precampaña de cara a las elecciones de febrero de 2025, que serán cruciales para evaluar la “reputación de su gobierno” y su “capital político”, según Cahuasquí.