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Washington. La comunidad empresarial de Estados Unidos se manifestó el viernes en contra de gravar las importaciones mexicanas y advirtió sobre los daños económicos para el país y sobre el riesgo que supone para la ratificación del T-MEC, el nuevo tratado de libre comercio de Norteamérica.
"La imposición de aranceles unilaterales a México perjudica a las empresas y los consumidores al tiempo que pone en peligro la aprobación de T-MEC por parte del Congreso", dijo la Cámara de Comercio de Estados Unidos en un comunicado.
El sector fijó posición horas antes de que el presidente Donald Trump anunciara un acuerdo con el país vecino del sur y la suspensión indefinida de las tarifas, que comenzaban en un 5% e irían aumentando mensualmente hasta un 25%. La medida tenía como fin obligar a México a parar el creciente número de migrantes, la mayoría centroamericanos, que llegan a la frontera estadounidense.
En una declaración conjunta, 140 asociaciones empresariales y agrícolas que representan a millones de empleadores en todo Estados Unidos recordaron que el comercio libre de aranceles en Norteamérica es una "piedra angular" del crecimiento económico estadounidense, responsable de 12 millones de empleos y de bajos precios para los consumidores.
“El Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) es un logro considerable que se basa en estos beneficios”, señalaron, a la vez que alertaron de que las tarifas a México “ponen en peligro una votación bipartidista exitosa” del acuerdo.
Trump lanzó el proceso para ratificar el T-MEC el mismo 30 de mayo en que anunció su intención de aplicar aranceles a importaciones mexicanas.
El texto, firmado por los tres países en noviembre para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), vigente desde 1994, espera actualmente la luz verde del Congreso.
"Los aranceles a las importaciones mexicanas perjudicarían a los consumidores, trabajadores, agricultores y empresas estadounidenses de todos los tamaños en todos los sectores, haciéndonos menos competitivos y socavando los esfuerzos para negociar acuerdos comerciales sólidos en el futuro", señalaron los empresarios.
“Nos oponemos a los aranceles unilaterales y a cualquier represalia posterior. Estamos comprometidos a trabajar juntos para que se apruebe el T-MEC en el Congreso, pero un esfuerzo exitoso depende de que Norteamérica siga libre de aranceles comerciales”, concluyeron.
