Santiago. El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, afirmó el miércoles que desde el estallido social en Chile hace 34 días se han violado los derechos humanos durante la represión de las multitudinarias protestas en reclamo de mejores condiciones de vida.
El desproporcionado uso de la fuerza policial ha dejado más de 2.500 heridos y más de 220 jóvenes ciegos de un ojo, según denuncias del Instituto Nacional de Derechos Humanos y del Colegio Médico local, lo que llevó a la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, a la CIDH y a la organización Human Rights Watch a enviar representantes a Chile para observar la situación en el terreno.
“Hay violaciones a los derechos humanos. Nuestra misión está registrando y documentando un conjunto de informaciones, denuncias y testimonios y también estamos escuchando”, dijo Abrao a radio Cooperativa.
Agregó que “hay situaciones muy concretas: personas fallecidas, que fueron heridas, personas que están informando de abusos por parte del accionar de los carabineros (policía)”, además de centenares de detenidos. Abrao sostuvo que el gobierno del presidente Sebastián Piñera está “colaborando íntegramente” con la CIDH.
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— CNN Chile (@CNNChile) November 19, 2019
Fabiola Girao Monteconrado, académica de derecho penal internacional de la Universidad Católica de Valparaíso, manifestó que los casos ocurridos en un contexto de protesta social “pueden configurar delitos de lesa humanidad” por el uso excesivo de la fuerza en una situación de paz.
Agregó que “existe un patrón de actuación de las fuerzas policiales que demuestra un actuar excesivo y, por lo tanto, agresivo en relación con la ciudadanía”.
Piñera admitió tres días atrás que en algunos casos no se respetaron los protocolos, hubo un uso excesivo de la fuerza y se cometieron abusos o delitos.
La noche del martes dos personas resultaron heridas -entre ellas una joven que recibió un impacto de bala en una pierna- cuando la policía intentaba dispersar a una turba que atacaba con piedras y palos un vehículo policial.
El coronel Andrés Merino aseguró que los tres funcionarios de la patrulla usaron sus armas de fuego “en una legítima defensa”. La policía precisó que uno de los efectivos tiene una fractura en el rostro y un traumatismo encéfalo craneano.
En tanto el lunes, un joven recibió tres perdigones en una pierna, el tórax y el esófago en el vecino puerto de Valparaíso.
Desde el estallido social que remeció a Chile el 18 de octubre y que fue seguido por incesantes y masivas protestas que se suceden casi a diario en demanda de mejoras sociales -en las que hay presencia de enmascarados que saquean y se enfrentan con la policía- se han registrado 26 muertos y miles de lesionados.
Perdigones en la represión
Las crecientes denuncias por el desborde policial en la represión obligaron al director de esa fuerza, Mario Rozas, a anunciar la noche del martes la suspensión temporal del uso de las escopetas antidisturbios que disparan balines y perdigones, en ocasiones a la cara.
Rozas afirmaba que sus hombres disparaban municiones de goma. Pero luego admitió que la información técnica proporcionada por su proveedor de municiones de 12 milímetros -que al dispararse se dividen en 12 perdigones de ocho milímetros - no coincide con los antecedentes entregados por expertos de la Universidad de Chile y por su propio Laboratorio de Criminalística. No explicó en qué difieren y dijo que la el tema será reevaluado cuando obtenga los resultados de estudios que encargaron al extranjero.
Patricia Muñoz, defensora de la Niñez, declaró: “No puedo estar tranquila con una policía que no sabe qué municiones está disparando contra la ciudadanía”, al entregar un informe en el cual registró que entre el 18 de octubre y 15 de noviembre hubo 347 casos -incluidos 11 de niños y adolescentes- heridos de bala, 43 por perdigones y cinco con trauma ocular.