Santiago. Víctimas de abuso sexual al interior de la Iglesia católica prestaban testimonio este martes en Chile ante un enviado especial del Vaticano, que indaga las denuncias de encubrimiento que pesan sobre el obispo Juan Barros.
Charles Scicluna, arzobispo de Malta, viajó a Santiago para reunirse con víctimas que acusan a Barros de encubrir los abusos del sacerdote Fernando Karadima y con laicos que se oponen a su designación como obispo de la ciudad de Osorno.
El caso provocó la fractura de la sociedad chilena con la Iglesia católica y empañó el reciente viaje del papa Francisco al país.
Scicluna es el encargado de investigar los crímenes que la Iglesia considera más graves, como los abusos sexuales perpetrados por el clero a menores.
“He venido a Chile enviado por el papa Francisco para recoger informaciones útiles concernientes al monseñor Juan Barros Madrid, obispo de Osorno”, dijo en una breve declaración a la prensa en las afueras de la Nunciatura de Santiago, donde hasta el viernes se realizarán la mayoría de las audiencias.
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“Quiero manifestar mi agradecimiento a las personas que se han declarado disponibles para encontrarse conmigo durante los próximos días”, agregó el arzobispo, que llegó a Chile un mes después de la visita del papa Francisco al país, marcada por las protestan en contra de Barros.
Trabajo
Scicluna recogerá testimonios durante cuatro días, tras los cuales entregará sus conclusiones directamente al papa Francisco, quien luego definirá si abre o no una investigación canónica en contra de Barros.
“Esto es un proceso de escucha, no es un tribunal, no es un auditorio”, aclaró el vocero del arzobispado Jaime Coiro, quien agregó que no hay plazos para la entrega de las conclusiones.
Coiro no informó el nombre ni la cantidad de personas que se reunirán con Scicluna, apelando al “derecho de reserva de la identidad”.
No obstante, la AFP constató que José Andrés Murillo y James Hamilton, dos de los cuatro denunciantes de Karadima, se entrevistaron esta tarde con el arzobispo.
Ambos acusan a Barros de encubrir los abusos sexuales reiterados que cometió Karadima en la década de los 80, mientras asistían a la capilla de El Bosque, en uno de los sectores más acomodados de Santiago.
El sábado, Scicluna recibió en Nueva York al periodista chileno Juan Carlos Cruz, otra de las víctimas de Karadima. “Por primera vez siento que nos están oyendo”, dijo Cruz en declaraciones a medios de prensa en la ciudad estadounidense.
En el 2011, el Vaticano condenó a Karadima por abuso sexual a menores y lo relegó a “retirarse a una vida de oración y penitencia”. La Justicia chilena, en tanto, declaró prescritos los cargos en su contra.
Sin embargo, pese a las denuncias, en el 2015 el papa Francisco nombró a Barros como obispo de Osorno, donde asumió en medio de fuertes protestas de feligreses.
En su última visita a Chile, el pontífice tildó de “calumnias” las acusaciones hacia el obispo, quien lo acompañó en gran parte de sus actividades en el país, avivando las protestas en su contra.
No obstante, en el vuelo de regreso a Roma, Francisco pidió “disculpas” a las víctimas, recordando que “el ‘caso de Barros’ se estudió, se reestudió, y no hay pruebas”.
En paralelo, se investigan las acusaciones de abusos sexuales al interior de colegios de la Congregación Marista en Santiago.
El caso estalló en agosto pasado, cuando la propia Congregación de los Maristas presentó una denuncia ante la Fiscalía en contra de uno de sus sacerdotes por haber abusado sexualmente de 14 menores en dos colegios.