Washington. Los principales diplomáticos de Francia y Estados Unidos dijeron este jueves que reparar los lazos bilaterales llevará tiempo, ya que París exigió acciones para calmar su enojo tras la cancelación de una compra de submarinos galos.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, después de días de dar la espalda, se reunió al margen de la Asamblea General de la ONU con el secretario de Estado Antony Blinken para hablar sobre la peor crisis de relaciones entre los aliados desde la guerra de Irak.
El principal diplomático de Francia le dijo a Blinken que la conversación telefónica del presidente estadounidense Joe Biden, un día antes con su homólogo francés Emmanuel Macron, había sido el comienzo de un proceso de reparación de la confianza.
“Recordó que se había dado un primer paso con la llamada entre los dos presidentes, pero subrayó que resolver la crisis entre los dos países tomaría tiempo y requeriría acciones”, dijo un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia.
Francia enfureció cuando Australia canceló la semana pasada un contrato multimillonario para adquirir submarinos convencionales franceses y decidió, en cambio, que necesitaba versiones nucleares estadounidenses, en medio de las crecientes tensiones con China.
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Le Drian acusó a Australia de apuñalar por la espalda y a Estados Unidos de traición, y calificó la maniobra como una reminiscencia de la actitud unilateralista del predecesor de Biden, Donald Trump.
Blinken, quien creció parcialmente en París y habla francés fluido, lució arrepentido cuando habló con los reporteros un día después de la reunión a puerta cerrada, que tardó una hora, en la misión francesa de la ONU.
Expresó su respeto personal por Le Drian y, reiterando una declaración de la Casa Blanca, dijo que el episodio se habría “beneficiado de consultas abiertas entre aliados”.
Vínculos ‘inquebrantables’
Blinken prometió trabajar para reconstruir la confianza con Francia, el aliado más antiguo de Estados Unidos, y señaló intereses compartidos, incluida la campaña francesa contra el grupo extremista Estado Islámico.
“Estoy convencido de que nuestros intereses juntos son tan fuertes, los valores que compartimos son tan inquebrantables, que seguiremos adelante y haremos un buen trabajo, pero llevará algún tiempo, será un trabajo duro”, dijo Blinken a los periodistas.
Blinken aseguró que mantendrá las conversaciones con Le Drian, por más que Biden ya acordó reunirse a fines del próximo mes con Macron.
Le Drian, sin embargo, mantuvo una gélida distancia de sus homólogos de Australia y Gran Bretaña.
Macron acordó devolver al embajador francés que fue retirado de Washington como protesta, pero no ha dado señales de que Francia envíe de regreso a su representante en Canberra.
El Grupo Naval de Francia dijo que pronto enviará una factura detallada a Australia para cancelar el contrato.
Australia se convirtió en la segunda nación después de Gran Bretaña en obtener acceso a la tecnología de submarinos nucleares de Estados Unidos, y anunció una nueva alianza tripartita con Washington y Londres.
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Blinken prometió trabajar en estrecha colaboración con Francia en la estrategia de Estados Unidos hacia el Indo-Pacífico, considerada por la administración Biden como la principal prioridad en medio de la creciente firmeza de China.
Otras naciones europeas, incluida Alemania, expresaron su solidaridad con Francia y advirtieron que la maniobra de Estados Unidos iba en contra del impulso de Biden por lograr relaciones más estrechas con aliados.
No obstante, funcionarios estadounidenses indicaron que la nueva alianza tripartita también encontró apoyo, incluso de Japón, otra nación con preocupaciones de larga data sobre China.
Biden celebra este viernes por primera vez una cumbre de cuatro en Washington con los primeros ministros de Australia, India y Japón.