Londres. La carrera a la sucesión de la primera ministra británica Theresa May entre 11 aspirantes comenzó este lunes con el ataque de varios candidatos al gran favorito Boris Johnson por sus comentarios sobre el brexit.
Los nueve hombres y dos mujeres que buscan el liderazgo del Partido Conservador tienen hasta las 4 p. m. (hora local) para registrar sus candidaturas tras la renuncia de Theresa May que se hizo efectiva el viernes.
El ganador accederá simultáneamente a Downing Street, dado que la jefatura del gobierno británico corresponde al líder de la formación que posea una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar.
Además, el nuevo líder tiene por delante la delicada tarea de concretar la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), en lo que May falló, obligando a postergar hasta el 31 de octubre la fecha del brexit, originalmente prevista para el 29 de marzo.
Varios candidatos lanzaron su campaña denigrando la estrategia para el brexit de Johnson. Entre ellos, el ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, quien argumentó lo “seria” de su candidatura respecto a Johnson, reconocido por sus errores.
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El próximo líder de los conservadores deberá dominar "el arte de la negociación, no el arte de la retórica vacía", alegó Hunt, en apenas velada indirecta a su rival, en lo que fue apoyado por la ministra de Defensa, la euroescéptica Penny Mordaunt.
El fin de semana, Hunt manifestó estar “absolutamente seguro de que si adoptamos un buen enfoque sobre el tema, los europeos estarían dispuestos a negociar”, basándose en una conversación que afirma haber tenido con la canciller alemana Angela Merkel.
“No concretaremos un brexit con faroles y fanfarronadas”, señaló Dominic Raab, precisamente exministro del brexit y uno de los adalides de la salida de la UE.
Otro candidato, el ministro de Medio Ambiente Michael Gove, podría ver su intento frustrado al estar implicado en una polémica tras reconocer que consumió cocaína hace más de 20 años.
Los diputados conservadores eliminarán a los candidatos tras una serie de votaciones, hasta que solo queden dos aspirantes. En ese momento, corresponderá a los 160.000 miembros del Partido Conservador designar al vencedor, que llegará a Downing Street antes de fines de julio. Theresa May continuará de manera interina hasta entonces.
Promesas
Johnson, favorito de las casas de apuestas, augura al Reino Unido un porvenir radiante fuera de la UE, con la que está dispuesto a batallar duro en las negociaciones sobre el brexit.
En entrevista con el Sunday Times, amenazó incluso con no pagar la factura del brexit –de entre 40.000 y 45.000 millones de euros– si la UE no acepta mejores condiciones para su país.
Lo que puede atraerle a Johnson la cólera de los dirigentes europeos.
"No cumplir con sus obligaciones de pago es no respetar un compromiso internacional, equivalente a un 'default' sobre su deuda soberana, con las consecuencias que conocemos" se advirtió el domingo en el entorno del presidente francés Emmanuel Macron.
Asimismo, Johnson prevé bajas de impuestos para los británicos que ganan más de 50.000 libras (56.000 euros), una medida cuyo coste es estimado en 10.800 millones de euros por año, y que sería financiado en parte por dinero puesto de lado por el gobierno en la eventualidad de un brexit sin acuerdo, indica el lunes el Telegraph.
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Al prometer ser intransigente con la UE y unificador en su país, Johnson se presenta como el único capaz de impedir un desastre total para los conservadores, atacando a sus dos adversarios: el partido del Brexit, gran vencedor de las elecciones europeas, y el principal partido de oposición, el partido Laborista.
El partido 'tory' está en efecto en graves dificultades: ocupó un humillante quinto lugar en las europeas de fines de mayo, y en caso de elección legislativa, ocuparía la cuarta posición, con solamente 10% de votos, según un sondeo Yougov sobre intenciones de voto de los británicos, realizado los 5 y 6 de junio.
La supervivencia del partido dependerá de la capacidad, o no, de su jefe de aplicar el brexit, tres años después del referéndum de junio del 2016, donde los favorables a la salida ganaron con 52%.
Los 27 han reiterado; sin embargo, que no modificarán el acuerdo de salida de la UE cerrado en noviembre entre Londres y Bruselas, que fue tres veces rechazado por los diputados británicos.