Londres. El exministro de Economía Rishi Sunak volvió el jueves a liderar la carrera para suceder al primer ministro británico Boris Johnson, después de una segunda ronda de votaciones para acortar el número de candidatos a liderar el Partido Conservador, que gobierna el país.
Sunak, de 42 años, recibió 101 votos y se colocó nuevamente por delante de la secretaria de Estado de Comercio, Penny Mordaunt, que obtuvo 83 apoyos. La jefa de la diplomacia, Liz Truss, recibió 64 votos. La abogada general del Estado, Suella Braverman, quedó eliminada con 27 votos mientras que la exministra británica de la Igualdad, Kemi Badenoch y el diputado Tom Tugendhat siguen en liza, con 49 y 32 votos respectivamente.
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Hay otras convocatorias previstas para la semana que viene. El objetivo es que queden dos finalistas antes del receso parlamentario el 21 de julio. El resultado será anunciado el 5 de septiembre después de un voto por correo de los adherentes al Partido Conservador.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dimitió el 7 de julio acorralado por una serie de escándalos y después de que varios ministros de su Gobierno dejaran sus cargos, entre ellos Sunak. Las encuestas apuntan a que Mordaunt puede vencer a Sunak, Truss y los otros dos candidatos que quedan en liza, cuando tras finalizado el proceso de eliminación, los militantes voten entre dos aspirantes.
Pero esta reservista de la armada, que tiene un cargo de secretaria de Comercio de menor rango que otros candidatos, comenzó a recibir los embates de sus rivales y enfrenta encarnizados ataques.
El diario Daily Mail la criticó por sus volteretas en torno a la cuestión de las personas trans, afirmó que como ministra de Igualdad apoyó a este colectivo y luego tomó una postura más conservadora sobre el tema al lanzar su campaña esta semana, según una fuente cerca a Truss citada por el periódico.
Otros enemigos políticos la bautizaron como “Penny a tiempo parcial”, afirmando que no se toma en serio sus funciones. Pero uno de los ataques más duros llegó de parte del exministro para el Brexit, David Frost, que trabajó como su superior en las negociaciones.
“Yo sentí que ella no dominaba los temas en las negociaciones” con Bruselas sobre Irlanda del Norte, comentó. El exministro de Economía no se libra tampoco de las polémicas, después de que se revelara el estatus fiscal especial del que disfruta su esposa, que le permitía evitar la declaración de ingresos en el extranjero al fisco británico.