Nueva York. Un excapo del narcotráfico hondureño contó el viernes en un tribunal de Nueva York que pagó un soborno de $250.000 al presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, así como $500.000 al expresidente Porfirio Lobo (2010-2014) y un monto no especificado al actual ministro de Seguridad.

Devis Leonel Rivera Maradiaga, exjefe del violento cartel Los Cachiros, también reveló que Valle Valle, otra organización narcotraficante, planificaba asesinar a Juan Orlando Hernández porque este los ignoraba pese a los sobornos que destinaron a su campaña, al testificar en el juicio por narcotráfico contra Juan Antonio Tony Hernández, hermano del mandatario.

En una reunión con los hermanos Luis y Arnulfo Valle, jefes del cartel Valle Valle, “Arnulfo Valle dijo que querían matar a Juan Orlando porque Juan Orlando, una vez presidente, no les contestaba el teléfono después de que lo habían apoyado en las elecciones, en su campaña a presidente, en todo el sector de El Espíritu, Copán”, relató el excapo, testigo de la Fiscalía.

Rivera aseguró que nunca pasó por su cabeza matar al presidente de su país, como aseguraban rumores en Tegucigalpa, y contó que así se lo dijo en una llamada telefónica en el 2014 a Juan Orlando Hernández, coordinada por el diputado Reynaldo Ekónomo, en la cual el mandatario no habló, solo escuchó.

“Líder, no se deje llevar por chismes y rumores que nosotros lo hemos estado tratando de matarlo a usted”, dijo Rivera al mandatario, según contó en la corte. Y añadió que el gobernante quedó satisfecho con la explicación.

Contó al jurado que sobornó a jueces, fiscales y políticos como Ekónomo, los diputados Óscar Nájera, Milton Puerto y Carmen Rivera Muñoz y el exalcalde de Yoro Arnaldo Urbina.

Rivera, quien traficó a Estados Unidos más de 20 toneladas de cocaína, comenzó a colaborar con la agencia antidrogas estadounidense DEA en el 2013 en varios países, hasta que se entregó a la Justicia estadounidense en el 2015 junto a su hermano Javier.

Los Valle fueron capturados en el 2014, unos meses después del triunfo de Hernández en las elecciones presidenciales de noviembre de 2013, y en diciembre fueron extraditados a Estados Unidos.

Tony Hernández, de 41 años, está acusado de traficar toneladas de cocaína a Estados Unidos.

La Fiscalía del distrito sur de Nueva York asegura que operaba “con total impunidad” y que pertenecía a “una organización auspiciada por el Estado que distribuyó cocaína durante años” y mediante la cual el presidente Hernández recibió millones en sobornos. Enfrenta una pena máxima de cadena perpetua.

Contactos con los Rosenthal

Rivera contó que el dinero de Inrimar -la empresa de construcción fachada de Los Cachiros para lavar dinero del narcotráfico- estaba en el Banco Continental porque él era amigo del presidente del banco, Jaime Rosenthal Oliva, y que antes de que congelaran las cuentas sacó 100 millones de lempiras en efectivo ($4 millones) y compró $1 millón en oro, pero afirmó que este último se lo robaron el año pasado. Inculpado de lavado de dinero en Estados Unidos, Rosenthal murió en enero.

El excapo indicó que otros contactos suyos en el banco eran su hijo Yani Rosenthal, dos veces candidato presidencial, sentenciado en el 2017 en Nueva York a tres años de prisión por lavado de dinero proveniente de Los Cachiros.

Su primo Yankel Rosenthal, exministro de Hernández, fue sentenciado poco después a dos años y medio de prisión por el mismo delito.

El presidente Hernández niega todas las acusaciones y se presenta como un adalid del combate al narcotráfico. Ekónomo también negó que fuese un intermediario entre el mandatario y Rivera.

Filmación secreta

En su testimonio, Rivera, quien participó en al menos 78 asesinatos, aseguró asimismo que se reunió con Tony Hernández en el 2014, y la Fiscalía mostró al jurado tramos del encuentro filmados en secreto por el narco con su reloj.

Precisó que la reunión con Tony Hernández fue el 6 de febrero en un restaurante Denny's de Tegucigalpa, y que en ella pidió al acusado que le ayudara a cobrar deudas que el gobierno hondureño tenía con Inrimar.

Rivera aseguró que pagó $50.000 a Tony Hernández en enero-febrero del 2014 por medio de un abogado que trabajaba para el acusado, Oscar Ramírez, para que este le ayudara a cobrar las deudas.

Rivera fue un testigo clave en el juicio por narcotráfico contra Fabio Lobo, hijo del expresidente Lobo, quien fue condenado en el 2017 a 24 años de cárcel en una corte de Nueva York.

Espera que su colaboración con la Fiscalía le evite ser condenado a cadena perpetua.