Washington. La policía federal de Estados Unidos (FBI) incautó archivos “ultrasecretos” durante el allanamiento a la vivienda del expresidente Donald Trump en Florida, según documentos judiciales divulgados el viernes.
Los investigadores sospechan que el exmandatario, al estar ilegalmente en posesión de documentos clasificados, violó una ley de espionaje estadounidense. Varios documentos judiciales fueron publicados el viernes por un juez de Florida: la orden que autorizaba el allanamiento y un largo inventario de documentos incautados el lunes por agentes del FBI.
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Algunos estaban marcados como “ultrasecretos” y debían “estar disponibles solo en instalaciones especiales del gobierno”, indica la orden judicial federal de siete páginas. El documento judicial contiene una lista de elementos requisados de Mar-a-Lago, incluyendo información sobre el “presidente de Francia”.
El Departamento de Justicia pidió a un juez de Florida que revelara la orden de allanamiento el viernes a pesar de las objeciones de Trump, quien sopesa postularse nuevamente a la Casa Blanca en el 2024. El expresidente afirmó que no bloquearía la difusión de la orden, al tiempo que se quejó de haber sido víctima de una operación política “sin precedentes” que atribuyó a “demócratas radicales de izquierda”.
Trump y sus abogados tenían una copia de la orden de allanamiento y el recibo que enumeraba lo incautado por los agentes del FBI. El diario The Wall Street Journal informó que en las 20 cajas con documentación que se llevaron los agentes del FBI había carpetas con fotos, una nota escrita a mano y el indulto dado por Trump a Roger Stone, un aliado suyo.
The Washington Post reportó el jueves que algunos de los documentos buscados podrían estar relacionados con el arsenal nuclear estadounidense. Pero temprano el viernes Trump denunció en su red social Truth Social que el FBI podría haber estado “colocando información” en su residencia.
“El tema de las armas nucleares es un engaño”, comentó. La muy inusual disposición del Departamento de Justicia de hacer pública la orden de allanamiento, anunciada el jueves por el fiscal general Merrick Garland, fue bien recibida por el expresidente.
“No solo no me opondré a la divulgación de los documentos relacionados con el allanamiento (...) sino que voy un paso más allá al ALENTAR la publicación inmediata de esos documentos”, escribió en Truth Social el magnate, quien se abstuvo de hacer pública la copia de la orden judicial que recibió.
Los dirigentes republicanos salieron unánimemente en defensa de Trump y algunos miembros del partido acusaron al Departamento de Justicia y al FBI de operar políticamente para atacar al exmandatario.
‘Ataques infundados’
En un hecho que parecía ser una respuesta directa a la acción del FBI en Mar-a-Lago, un hombre armado intentó asaltar una oficina del FBI en Cincinnati, Ohio, el jueves. El agresor, que fue muerto a tiros por la policía tras un enfrentamiento de una hora, habría publicado en la plataforma de Trump que esperaba que sus acciones sirvieran como un “llamado a las armas”.
Garland denunció, durante su breve intervención televisada, “ataques infundados” de los republicanos contra su cartera y contra el FBI, mientras que el director de la policía federal, Christopher Wray, designado por Trump, habló de hechos de “violencia y amenazas contra las fuerzas del orden”. El Departamento de Justicia normalmente no confirma ni niega si está investigando a alguien, y Garland se esforzó por enfatizar que la ley se estaba aplicando de manera justa a Trump.
En un comunicado, Trump sostuvo el jueves que sus abogados habían estado “cooperando plenamente” con la justicia y que “el gobierno podría haber obtenido lo que quisiera” de su parte si “hubiera estado” en su poder. El magnate enfrenta además investigaciones judiciales sobre sus iniciativas para desconocer el resultado de las elecciones del 2020, incluido su papel en el mortal ataque al Capitolio del 6 de enero del 2021 por sus partidarios.
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