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Dos altas figuras del PLN consideran que el alcalde de Cartago, el liberacionista Rolando Rodríguez Brenes, no debería aspirar a la reelección en las elecciones de febrero del 2020, debido a la investigación que afronta por el presunto delito de violación.
Rodríguez, quien lleva 12 años en el cargo (está ahí desde el 2007), figura en la lista de precandidatos a alcalde de los verdiblancos para las elecciones municipales del 2020. Así consta en el sitio web de Liberación, con datos actualizados al 27 de julio de 2019.
La candidatura del PLN para el quinto cantón más poblado del país se definirá este sábado 10 de agosto, en la asamblea cantonal que celebrará el partido en Cartago, a las 10 a. m.
Cuando trascendieron las denuncias de abusos sexuales contra el expresidente Óscar Arias –también figura liberacionista– la fiscala del Partido Liberación Nacional (PLN), Michelle Chinchilla, opinó que lo apropiado era que se separara del partido mientras se realizaban las investigaciones judiciales en su contra.
Hoy, ante el caso de Rodríguez, Chinchilla asegura que conserva esa postura: “Mi posición sobre el tema la mantengo. Mi criterio ético es que, cuando hay dudas, lo transparente, lo correcto es separarse un momento, hacer una pausa de las labores políticas y atender los debidos procesos para demostrar su inocencia (la de los investigados). En este caso, aplica exactamente igual; pienso que lo correcto sería que don Rolando haga la pausa”.
No obstante, aclaró la liberacionista, se trata de un asunto que debería manejar el Tribunal de Ética y Disciplina del partido.
Incluso, explicó, en este caso convergen dos posiciones: la política y la de procedimiento.
La primera está a cargo del Directorio del PLN, liderado por el presidente del partido, Guillermo Constenla.
Sin embargo, los criterios provenientes de ese órgano son solo recomendaciones y su carácter no es vinculante, amplió Chinchilla.
La Nación buscó a Constenla en múltiples ocasiones este martes, pero no fue posible localizarlo en su teléfono celular.
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‘Mala imagen para el PLN’
Por su parte, Antonio Álvarez Desanti, candidato presidencial en las elecciones del 2018, declaró: “A mí me parce que los hechos denunciados son sumamente graves. Es un presunto delito de violación y, en una coyuntura como esa, él no debe presentar su nombre como candidato a la reelección”.
Según Álvarez, aunque el Código Electoral se apega a la presunción de inocencia del denunciado y no se puede obligar al aspirante a no postularse, lo procedente sería que Rodríguez se abstenga.
El excandidato verdiblanco estima, además, que esa candidatura “daría una mala imagen a Liberación Nacional”.
“Por el bien del partido y por el bien de don Rolando, ir a una campaña con ese juicio lo que va a significar es que el proceso electoral va a girar en torno a ese presunto delito”, estimó Álvarez.
Consultado sobre el tema, Gustavo Viales, secretario general de Liberación Nacional, respondió que será “respetuoso de la decisión que tomen los delegados cantonales” el sábado.
“El partido es respetuoso del proceso judicial y, por estar judicializado el asunto, es en esa instancia donde deberá emitirse la resolución del caso (contra Rodríguez)”, agregó Viales.
El 15 de julio de este 2019, trascendió que la Fiscalía Adjunta de Cartago investiga al alcalde cartaginés por el presunto delito de violación.
Los hechos habrían ocurrido en el 2013, hace seis años. El denunciante es un hombre de apellidos Alvarado Salazar, quien laboraba en el municipio brumoso bajo la modalidad de subcontratación y tenía 19 años en aquel entonces.
La Nación intentó comunicarse con Rolando Rodríguez a su teléfono celular, pero no fue posible ubicarlo.
La oficina de prensa del ayuntamiento respondió que solo gestiona asuntos municipales y no personales del alcalde.
No obstante, por medio de esa instancia, Rodríguez dijo que la persona indicada para dar declaraciones sobre el tema es su abogado, Ovidio Pacheco, quien se encuentra fuera del país.
Según la fiscala Chinchilla, la postulación de Rodríguez como candidato a alcalde supondría un síntoma de fragilidad para el PLN y socavaría la confianza de los electores.
“Es un tema de transparencia y de mensaje que se le manda a la población costarricense, que ya, definitivamente, no cree en la clase política. Desde esa perspectiva, me parece que si queremos contribuir al fortalecimiento de la democracia y de la credibilidad de los partidos políticos, creo que no hay que enviar señales de este tipo por una cuestión de transparencia y de ética.
“Lo vería como una señal un poco débil si queremos enfocarnos en un partido transparente, que atiende las demandas ciudadanas”, opinó.
