Nueva York. El Gobierno estadounidense se esforzó el martes en mostrar el lado sangriento de Joaquín el Chapo Guzmán.
En el trigésimo segundo día del juicio que se celebra en Brooklyn, Nueva York, fiscales estadounidenses interrogaron a un exfuncionario y exsocio de Guzmán sobre al menos seis asesinatos de rivales y traidores que el narcotraficante supuestamente ordenó cuando se encontraba en las montañas en Sinaloa, México.
Dámaso López, de 52 años, habló de cada uno de ellos al responder las preguntas de la fiscala Amanda Liskamm, quien llegó a mostrar un video del interrogatorio que un empleado de Guzmán hizo a un supuesto traidor en el 2008 antes de que este fuera asesinado.
La víctima era Israel Rincón Martínez, conocido como el Guacho, quien supuestamente trabajaba para Guzmán antes de pasarse al bando de los enemigos Beltrán Leyva.
En el video, disponible en YouTube, se puede ver a Rincón con heridas y moretones en la cara. En casi un monólogo, explica que se vio presionado por el traficante Arturo Beltrán Leyva para trabajar para él.
Liskamm preguntó en un momento dado por los nombres y pséudónimos que usa Rincón en el video.“¿Quién es ‘la prima’?” , cuestionó.“Así era como Arturo llamaba despectivamente a mi compadre” , respondió López en referencia a Guzmán.
López también habló del asesinato de su primo, Juan Guzmán Rocha, conocido como Juancho, en diciembre del 2011. Explicó cómo el Chapo vio que Juancho le había mentido y ordenó secuestrarlo. Uno de sus empleados, el Oso, lo secuestró en un aparcamiento público junto a Güero Bastida, otro empleado del cartel. “Ambos fueron muertos” , aseguró López.
El testigo también habló del asesinato de Rodolfo Carrillo, rival de el Chapo, en el 2004. Carrillo y su esposa murieron a tiros al salir de un cine, explicó.
Pedro Pérez, jefe de seguridad de Carrillo era también jefe de la Policía y ordenó de inmediato, por radio, la ayuda de agentes federales. López dijo que llegaron tantos agentes de Policía a la escena que el Chapo le pidió a su socio Ismael el Mayo Zambada que pidiera a sus contactos en la Policía Federal que ordenaran la marcha de los agentes.
En muchos de los asesinatos explicados el martes, López afirmó que se encontraba con Guzmán en el momento en que este los ordenaba o que oía a los empleados del cartel informar a Guzmán sobre los tiroteos cuando estos ocurrían.
El Chapo, uno de los narcotraficantes más conocidos que existen y exlíder del cartel de Sinaloa, se ha declarado inocente de supuestamente acumular una fortuna multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas desde México a Estados Unidos.
De ser encontrado culpable enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua.
Relación con el Chapo
El martes, López manifestó que pasó de ser subdirector de seguridad en una cárcel mexicana en la que conoció a Guzmán a fiel empleado del cartel de Sinaloa y padrino de una de las hijas del narco.
El mexicano testificó que conoció a Guzmán en 1999, cuando López era subdirector de seguridad y custodia de la cárcel de Puente Grande, en el estado de Jalisco.
Agregó que permitió que Griselda, supuestamente una de las esposas de Guzmán, pudiera entrar a visitarle a pesar de que las normas solo permitían entrar a una cónyuge, que en este caso era Alejandrina. También le permitió a Guzmán que tuviera teléfono celular.
A cambio de estos y otros favores, el Chapo le pagaba, le compró una casa y cubrió los gastos del cuidado médico de un hijo de López que se accidentó.
En el 2000, López renunció a su puesto en la cárcel porque el Gobierno Federal estaba investigando corrupción en el penal, dijo.
Unos meses después Guzmán se fugó de la prisión dentro del carrito de lavandería.
López indicó que en el 2001 se reunió con Guzmán en el estado de Nayarit y que este le explicó que la fuga “fue algo espontáneo” y que un tal Chito, encargado de la lavandería en el penal, fue quien lo sacó en el carrito, se lo llevó al aparcamiento, lo metió en el maletero de su auto y lo sacó así de la cárcel.
Se espera que el testimonio de López continúe el miércoles.