Panamá. AFP La Justicia de Panamá impuso un cerco cada vez más estrecho en torno al expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), quien ahora suma una acusación de espionaje contra opositores, además de l a media docena de procesos judiciales por escándalos de corrupción que tiene en su contra .
La Fiscalía panameña presentó el viernes una acusación contra Martinelli por los delitos de inviolabilidad del secreto y derecho a la intimidad y contra la administración pública y sus diferentes formas de peculado.
Martinelli es acusado junto al exdirector de la Policía, Gustavo Pérez, y al exsecretario del Consejo de Seguridad, Alejandro Garuz. Presuntamente, los entonces jerarcas interceptaron las comunicaciones de unas 150 personas, entre empresarios, periodistas, dirigentes de la sociedad civil y políticos opositores a su gobierno.
“Es un avance que ha tenido el país, porque hasta el momento no se había establecido el vínculo entre Martinelli y los pinchazos telefónicos. Es una luz al final del túnel”, dijo Balbina Herrera, contrincante presidencial de Martinelli en el 2009 y víctima del espionaje.
El exgobernante siempre ha negado las acusaciones y ha manifestado que todos los casos en su contra se deben a una “persecución política” del actual presidente, Juan Carlos Varela , quien fue su aliado político y canciller hasta que lo cesó de su cargo en el 2011.
El caso sobre presunto espionaje no es el único que persigue a Martinelli: la Corte Suprema de Justicia –encargada de investigarlo por ser diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen)– le abrió seis expedientes por distintos escándalos , aunque el número de denuncias públicas en su contra es aun mayor.
Por ejemplo, uno de las investigaciones acusa al expresidente por la supuesta sobrefacturación en un contrato por $45 millones en la compra de comida deshidratada para escuelas del país.
Su nombre también aparece en casos relacionados a la compra de granos con sobreprecios, posibles delitos financieros a través de una casa de valores, cobro de comisiones por el pago de impuestos e indultos otorgados bajo su administración, de la que cuatro ministros están presos por enriquecimiento ilícito y corrupción.
El fiscal Harry Díaz solicitó que la Policía panameña emita una alerta a Interpol para dar con el paradero del exmandatario, quien dice estar en Miami, Estados Unidos. Martinelli siempre ha justificado su ausencia en Panamá “por no tener procesos judiciales pendientes”.
Jaime Porcell, presidente de Sistemas de Información (empresa panameña dedicada a la investigación de la opinión pública) aseguró que Martinelli es ahora “el mayor factor político” de Panamá, ya que si no es sentado en el banquillo de los acusados “habrá muchos cuestionamientos, no sólo sobre la credibilidad de la Justicia; también del gobierno actual”.
El diario La Prensa , manifestó este sábado en su editorial que la acusación del fiscal “destapa el lado tenebroso del poder absoluto con que se nos gobernó”, pero advierte que “las instituciones, las burocracias y las complicidades, que hicieron posible el asalto a la razón y al Estado de derecho, siguen intactas”.