Lima. La Fiscalía de Perú interrogó este martes al presidente Pedro Castillo en un caso sobre supuestas presiones para ascender a oficiales militares afines al gobierno izquierdista. El mandatario rindió su testimonio durante casi cuatro horas en la sede del Ejecutivo, en el Palacio de Gobierno.
Según la Fiscalía, el objetivo de la indagatoria fue recibir la declaración testimonial del presidente, ya que no figura como investigado en el caso que se encuentra aún en fase preliminar. Al cabo de la sesión, Castillo aseguró que respondió “todas las preguntas sobre los ascensos en las Fuerzas Armadas” que la Fiscalía le planteó.
“Cumpliendo mi deber constitucional, recibí en Palacio de Gobierno a representantes de la Fiscalía de Perú, ante quienes respondí, en condición de testigo, todas las preguntas sobre los ascensos de las Fuerzas Armadas, como parte de la indagación preliminar que realiza el Ministerio Público”, reseñó Castillo en su cuenta de Twitter.
“Nosotros damos la cara, no huimos del país, menos nos refugiamos en una Embajada; tenemos la conciencia limpia, actuamos conforme a ley y los compromisos asumidos con el pueblo”, agregó el presidente.
El presidente declaró durante casi cuatro horas sobre las presuntas irregularidades en los ascensos del Ejército peruano ante el fiscal supremo adjunto Ramiro González, el procurador general del Estado, Daniel Soria, y su abogado, Eduardo Pachas.
LEA MÁS: Fantasma de la destitución acompañará al presidente de Perú en el 2022
La fiscalía abrió el caso el 11 de noviembre contra los entonces ministros de Defensa, Walter Ayala, y el secretario de la Presidencia, Bruno Pacheco, alegando supuestas presiones a los jefes del Ejército y de la Fuerza Aérea para favorecer a algunos oficiales en el proceso anual de ascensos.
Ambos funcionarios renunciaron y ahora son investigados para determinar si incurrieron en “la presunta comisión de los delitos de abuso de autoridad y patrocinio ilegal, previstos y sancionados en el Código Penal”, según un documento de la Fiscalía. El caso se dio a conocer cuando Castillo removió sorpresivamente al jefe del Ejército, el general José Vizcarra, y al jefe de la Fuerza Aérea, el general Jorge Chaparro, a inicios de noviembre.
Los dos generales afirmaron que sus salidas se debieron a roces con Ayala y Pacheco, quienes les pidieron ascender irregularmente a oficiales afines al gobierno. Ambos jefes militares habían sido designados por Castillo en agosto. Los ascensos que supuestamente promovían los funcionarios del gobierno no se concretaron.
Castillo, en el poder desde el 28 de julio, derrotó por estrecho margen en balotaje a la derechista Keiko Fujimori y su mandato concluirá en el 2026, pues el país sudamericano cambia de presidente cada cinco años.
LEA MÁS: Situación económica e incertidumbre política inquietan a los peruanos