Santiago. El candidato liberal Franco Parisi obtuvo, fuera de todo pronóstico, un tercer lugar en las elecciones presidenciales de este domingo en Chile, luego de haber hecho toda su campaña por Internet desde Estados Unidos y no haber puesto un pie en el país sudamericano en toda la campaña electoral.
Parisi, un economista de 54 años, candidato del modesto Partido de La Gente, logró un 13% de las preferencias con más de 800.000 votos, tras realizar toda su campaña en forma digital desde Alabama, en el sur de Estados Unidos, con duras críticas a la clase política tradicional y la élite chilena. Tuvo varios intentos fallidos de retornar a Chile, el último de los cuales lo privó de participar en la elección presidencial tras contraer covid-19.
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“La irrupción de Franco Parisi con su discurso antipolítico, antiélite y, más sorprendente todavía, (es) que estando en Estados Unidos y sin poner un pie en el país y haciendo campaña por medios digitales, logró este tercer lugar”, aseguró Rodrigo Espinoza, analista de la Universidad Diego Portales.
Espinoza sostiene que los votos de Parisi “son los que se van a tener que disputar en la segunda vuelta” el abogado ultraderechista José Antonio Kast, ganador de la primera vuelta (cerca del 28%), y el segundo, el diputado izquierdista, Gabriel Boric (con cerca del 25%).
Con una primera experiencia como candidato presidencial en las elecciones del 2013 en las que alcanzó un cuarto lugar, Parisi logra ahora un tercer puesto con el que, además, supera a dos postulantes que aparecían en las cuestionadas encuestas como favoritos: el oficialista de centroderecha Sebastián Sichel (12%) y la democratacristiana Yasna Provoste (11%), cuarto y quinta respectivamente.
La campaña de Parisi estuvo envuelta en polémicas debido a problemas con la justicia por presunta estafa y por no pagar la pensión alimenticia de dos hijos menores en Chile, que coincidieron con su decisión de no retornar al país suramericano, lo cual le valió ser objeto de burlas en redes sociales y duras críticas de los otros seis candidatos, pese a que encuestas indicaban que podía dar la sorpresa a pesar de no haber participado ni siquiera en alguno de los debates presidenciales previos a la elección.
Un populista
Sin una inclinación política definida ni propuestas programáticas concretas, Parisi se mostró como el defensor del pueblo ante la oligarquía chilena a la cual culpó de las carencias del país en programas que sus seguidores realizan en Chile por redes sociales.
“Para mi marca lo que es un liderazgo típicamente populista”, afirmó el analista político de la Universidad de Santiago, Marcelo Mella. Los analistas sostienen que su triunfo se apoyó en la gran votación que obtuvo en regiones del norte del país, principalmente en Antofagasta, donde se encuentran los más ricos yacimientos de cobre —del cual Chile es el mayor productor mundial— y donde la vida es muy cara y existen diferencias de ingresos entre los trabajadores mineros y el resto de la población que no han podido achicar los sucesivos gobiernos de los partidos tradicionales.
“Esto de Parisi se explicaría en particular en el norte porque existe un mayor desencanto con los partidos políticos tradicionales”, aseveró Espinoza. “Básicamente es una votación antipartido y él es el candidato que mejor (lo) expresa. Es un outsider antipartidos”, manifestó de su lado Mella.
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En un Chile con una migración indocumentada en alza, Parisi propone un control fronterizo reforzado entre la Policía y las Fuerzas Armadas y deportar a quienes cometan delitos. También propone que el 80% de los funcionarios de empresas públicas sean mujeres, y mejorar el bienestar de la población sin degradar ni afectar el medio ambiente.