San Salvador
El gobierno de El Salvador proclamó que un nuevo intento de las pandillas de paralizar el transporte público bajo amenazas fracasó tras una acción preventiva que incluyó operativos de la policía y ejército.
"Podemos decir que hemos vencido el boicot, hemos vencido los rumores, hemos vencido el miedo y el temor. El pueblo salvadoreño está laborando normalmente", aseguró el viceministro de Transporte, Nelson García a la televisión y radio estatales.
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El viceministro reconoció que hubo rutas de autobuses que "salieron tarde", en algunos puntos y que se enviaron unidades a otras ciudades donde no salía transporte hacia la capital, pero cuando llegaron ya se había normalizado la circulación.
Los empresarios del transporte, según García, respondieron al llamado que hizo la noche del domingo el presidente Salvador Sánchez Cerén de salir a trabajar, tras ofrecer amplios operativos de seguridad para garantizar el libre tránsito.
Desde la madrugada de este lunes, la policía y la fuerza armada se desplazaron por terminales de autobuses y ciudades periféricas para disuadir cualquier medida de fuerza, mientras que un dispositivo de transporte alterno del gobierno estaba listo para operar.
La última semana de julio, una facción de la pandilla Barrio 18 impuso un sabotaje al transporte de autobuses durante cuatro días, el cual se saldó con siete conductores asesinados.
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Las pandillas, que a nivel nacional suman unos 72.000 miembros de los cuales cerca de 13.000 están encarcelados, buscan presionar al gobierno para que las incluya en un diálogo alentado por el estatal Consejo de Seguridad para solucionar el problema de la criminalidad.
Este domingo Sánchez Cerén dejó claro que "no podemos dialogar con aquellos que viven del crimen, no podemos dialogar con aquellos que viven del asesinato y la extorsión, por lo tanto nuestra política es de reprimir".
En marzo de 2012, el excomandante guerrillero Raúl Mijanjo y el vicario castrense Fabio Colindres, con la venia del gobierno del entonces presidente Mauricio Funes (2009-2014), mediaron en una tregua entre las pandillas.
Durante año y medio dejaron de atacarse y los homicidios bajaron, de un promedio de 14 por día, a cinco. Desde enero pasado la violencia entre maras repuntó, y los homicidios alcanzaron una media de 15,8 por día.