Caracas. La delegación del gobierno de Venezuela suspendió su participación en el proceso de diálogo con la oposición, en México, en protesta por la extradición de Cabo Verde a Estados Unidos del empresario colombiano Alex Saab, muy cercano al presidente Nicolás Maduro.
Los delegados de Maduro no acudieron a la mesa, convocada para este domingo, ante lo cual la contraparte opositora instó a retomar el diálogo “cuanto antes”.
“Ninguna persona es más importante que el pueblo venezolano”, dijo el domingo Gerardo Blyde, jefe de la delegación opositora, en rueda de prensa en Ciudad de México.
Blyde admitió, sin embargo, que “no parece viable” un regreso inmediato de la delegación gubernamental para cumplir la cita que debía finalizar el próximo miércoles.
La tarde del sábado, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos confirmó la extradición de Saab desde Cabo Verde, en África. Él y su socio Álvaro Pulido, quien está prófugo, están acusados de dirigir una red que explotaba la ayuda alimentaria destinada a Venezuela.
En una conferencia de prensa en Caracas, Jorge Rodríguez, jefe del Parlamento y de la delegación oficialista, dijo que la suspensión del diálogo es una muestra de protesta “frente a la brutal agresión” contra Saab.
El empresario y Pulido son acusados de sacar $350 millones de Venezuela para depositarlos en cuentas que controlaban en Estados Unidos y otros países. Ambos enfrentan hasta 20 años de prisión si son hallados culpables.
“Se espera que su presentación inicial ante la Corte sea el 18 de octubre” en el estado de Florida, dice la nota del Departamento de Justicia.
En declaraciones a la AFP, Manuel Pinto Monteiro, abogado de Saab, calificó de ilegal la extradición, por considerar que el proceso en Cabo Verde no se realizó totalmente.
Considerado un testaferro del presidente Nicolás Maduro, Saab, quien también tiene nacionalidad y pasaporte de Venezuela, fue acusado de lavado de dinero en julio de 2019 y fue arrestado en junio del 2020, cuando el avión en que se trasladaba hizo una escala en Cabo Verde.
Apenas se conoció la noticia de la extradición del empresario, el gobierno venezolano emitió un comunicado en el que denunció el “secuestro” de su “embajador” por parte de Estados Unidos. Antes de quedar detenidos, no era público que Saab recibiera la nacionalidad venezolana y mucho menos que tuviera un título diplomático.
Por su parte, el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por 60 países, celebró la extradición.
“Los venezolanos, que hemos visto la justicia secuestrada por años, respaldamos y celebramos el sistema de justicia de los países democráticos como Cabo Verde, nación que reconocemos por su independencia y firmeza en medio de tantas presiones”, escribió en Twitter, lamentando la decisión del gobierno de levantarse de la mesa.
‘Principal testaferro’
La exfiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, ha catalogado a Saab, de 49 años, como el “principal testaferro de la autocracia” de Maduro y su familia. La exfuncionaria aseguró que su extradición es un logro para quienes buscan “justicia contra los responsables de la tragedia y el caos que viven los venezolanos”.
Mientras tanto, los simpatizantes del régimen chavista han han estampado mensajes que piden “Libertad para el diplomático Alex Saab” o “#FreeAlexSaab”, en letras negras y rojas en muros de Caracas.
De contratista de viviendas sociales en Venezuela, el colombiano pasó a manejar una gigantesca red de importaciones para el gobierno de Nicolás Maduro, quien le dio la nacionalidad venezolana, un título de embajador y luchó sin éxito por evitar su extradición a Estados Unidos.
“Nunca antes el chavismo hizo tanto por alguien. ¿Qué explica que se esté moviendo cielo y tierra, que se le busque dar inmunidad diplomática?”, dijo a la AFP Roberto Deniz, periodista del sitio Armando.info, que ha escrito exhaustivamente sobre el caso Saab.
“Es evidente que hay mucho temor, no solo porque pueda revelar información sobre coimas, sitios donde se movió dinero, sobreprecios”, sino porque él “era la bisagra de muchos de estos negocios que empieza a hacer el régimen de Nicolás Maduro con otros países aliados (...) y es evidente que es un señor que debe tener muchísima información”, añadió el comunicador.
‘Contratista consentido’
Hijo de un empresario libanés, asentado en Barranquilla, Saab comenzó como vendedor de llaveros promocionales antes de incursionar en el sector textil, con 100 almacenes que exportaban a más de 10 países, según biografías oficiales.
El primer contrato que firmó en Venezuela lo hizo en 2011 en el palacio presidencial de Miraflores. Entonces, Maduro era canciller y el presidente era Hugo Chávez.
“Ofrecí un sistema italiano de construcción”, dijo Saab en una entrevista con el diario El Tiempo en 2017. “Luego de un año de trabajo y tocar puertas, logramos entrar y abrimos una fábrica. Debo ser enfático en esto. No conozco al presidente Maduro, más allá de un par de actos protocolarios”, afirmó Saab en esa ocasión.
Pero fue precisamente con la llegada de Maduro a la presidencia que Saab se conviertió “casi inmediatamente” en “el contratista consentido” y después en su “ministro plenipotenciario en la sombra”, destacó Deniz, cuya residencia familiar en Caracas fue allanada el viernes.
Según el periodista, luego de las viviendas sociales, Saab ganó un contrato para la construcción de gimnasios por $100 millones, pagados por adelantado, y luego uno en petróleo con una “empresa fantasmal” sin experiencia, que se terminó cayendo por el reclamo de otras empresas en el ramo.