Roma. El nuevo jefe de Gobierno populista italiano, Giuseppe Conte, asumió oficialmente sus funciones el miércoles luego del último voto de confianza del Parlamento en torno a un programa que da la espalda a la austeridad, pero no a Europa.
Tras obtener el martes la confianza del Senado, Conte logró el miércoles en la Cámara de diputados 350 votos a favor, 236 en contra y 35 abstenciones.
El nuevo jefe de Gobierno, quien daba clases de Derecho hace menos de una semana, debe viajar a su primera cita internacional en la reunión del G7 el viernes y sábado en Canadá.
“La primera cosa para Italia será hacerse conocer, la segunda hacerse respetar”, declaró a la prensa.
Así el nuevo gobierno populista de la alianza entre el Movimiento Cinco Estrella (M5S, antisistema) y la Liga (extrema derecha) tomó oficialmente las riendas de la tercera economía más importante de la eurozona.
El primer ministro, de 53 años, era un desconocido para los italianos antes de ser designado por el M5S y la Liga para dirigir al ejecutivo.
Mostrándose tranquilizador con sus socios de Italia en la Unión Europea (UE), Conte confirmó el anclaje europeo y atlántico de su país.Pero en los que concierne a las misiones de la OTAN, sugirió el miércoles la idea de que serán “examinadas con serenidad y prudencia, caso por caso”.
Según la prensa, es antes que todo por razones presupuestarias. “Europa es nuestra casa”, dijo, y reivindicó además la pertenencia de Italia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Menos deuda, pero sin austeridad
Ante el Senado, Conte sostuvo que pretende reducir la enorme deuda de Italia, la más importante de la zona euro tras la de Grecia, pero que no lo hará mediante medidas de austeridad.
Ello no le impidió confirmar su voluntad de practicar una política de “apertura” hacia Rusia, en conformidad con los compromisos electorales de los “dos principales socios” de la coalición gubernamental, la Liga y el M5S.
Pero se trata de saber a qué Europa se refería Conte. Sobre todo, cuando la víspera de su discurso, Matteo Salvini, jefe de La Liga, informó de que tuvo una conversación telefónica con el primer ministro húngaro, Víktor Orban, en el que ambos hombres convinieron trabajar juntos para “cambiar las reglas de esta UE”.
Conte tendrá la oportunidad de explicar su proyecto ante los principales países occidentales, con motivo de una cumbre del G7 el fin de semana en Canadá, su primera salida internacional.
El nuevo presidente del Consejo italiano ya se ha entrevistado telefónicamente con varios dirigentes, entre ellos el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Ángela Merkel.
Algunos funcionarios europeos son escépticos ante el costo de las medidas fiscales, económicas y sociales previstas por el “contrato de gobierno” firmado por La Liga y el M5S, del que Conte afirma ser el “garante”.
“Vamos a pasar bien el verano, pero habrá problemas en otoño (boreal) si el nuevo gobierno aplica solamente el 50% de lo que ha previsto”, augura Klaus Regling, jefe del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo implementado por la UE para ayudar a los Estados en dificultades, citado por el diario financiero alemán Handelsblatt.
Y, desde este punto de vista, Conte ha confirmado los objetivos incluidos en el “contrato” de su gobierno: reducción de la fiscalidad, lucha contra la inmigración clandestina y la renta ciudadana, una especie de salario de inserción para los más pobres.
Pero no ha dado detalles sobre la financiación de estas medidas, que podrían suponer decenas de miles de millones de euros.Y aunque ha confirmado la voluntad de su gobierno de establecer una flat tax, un impuesto sobre la renta de entre 15% y 20%, no ha hablado de fechas.
Lo mismo ocurre con la renta ciudadana.
Pero eso no tranquiliza a los mercados ni a ciertos países europeos, según destacó este miércoles parte de la prensa.
En el discurso de Conte, “tres puntos fundamentales están por completo ausentes: los plazos de realización, la financiación y las prioridades. ¿Cómo se pueden reducir impuestos y al mismo tiempo aumentar los gastos de salud, los sociales, de seguridad y las jubilaciones?”, se interrogaba el director del diario La Repubblica, cercano a la izquierda.