Kabul. El gobierno de los talibanes afirmó este sábado 29 de junio que las reivindicaciones sobre los derechos de la mujer son “una cuestión de Afganistán”, antes de participar en unas negociaciones dirigidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en las que la exclusión de mujeres afganas generó indignación.
El gobierno talibán, que desde que tomó el poder en 2021 impuso restricciones a las mujeres calificadas como una “segregación de género” por la ONU, enviará por primera vez una delegación a la tercera ronda de negociaciones que comienza el 30 de junio en Catar.
Grupos de defensa de los derechos humanos denunciaron la exclusión de las mujeres afganas de las principales reuniones y la ausencia de cuestiones sobre derechos humanos en la agenda.
Representantes de la sociedad civil, entre ellos grupos de mujeres, asistirán a reuniones con los enviados internacionales y funcionarios de la ONU el 2 de julio, luego de las conversaciones oficiales.
Las autoridades “son conscientes de las cuestiones sobre mujeres”, indicó el portavoz del gobierno de los talibanes, Zabihullah Mujahid, en una rueda de prensa en Kabul.
“Pero estas cuestiones son de Afganistán”, añadió Mujahid, quien encabezará la delegación. “Estamos trabajando para encontrar un camino lógico hacia soluciones en Afganistán para que, Dios no lo quiera, nuestro país no vuelva a caer en el conflicto y la discordia”, declaró.
La ONU lanzó estas conversaciones en mayo del 2023 para aumentar la coordinación internacional con las autoridades talibanes.
Los talibanes no fueron invitados a la primera ronda de negociaciones en Doha, Catar, en 2023, y rechazaron la invitación a la segunda en febrero, exigiendo ser los únicos representantes afganos en detrimento de los grupos de la sociedad civil invitados.
“Si participan afganos a través de varios canales, significa que seguimos dispersos, que nuestra nación aún no está unificada”, indicó Mujahid este sábado.
La comunidad internacional debate sobre la manera en que debe acercarse al gobierno talibán, aún no reconocido oficialmente por ningún otro Estado, especialmente debido a la fricción por las cuestiones relativas a los derechos de la mujer.
Mujahid reiteró que el gobierno talibán desea mantener relaciones positivas con todos los países y añadió que Doha será una oportunidad para intercambiar puntos de vista, aunque no tendrán lugar “discusiones importantes”. La agenda incluirá la lucha contra el narcotráfico y cuestiones económicas.