Caracas. Acabar con la pobreza, salarios en dólares, poner fin al caos en los servicios públicos o dejar atrás las sanciones estadounidenses: un mar de promesas casi milagrosas surgieron en la campaña para las elecciones parlamentarias que tendrán lugar en Venezuela este domingo.
El proceso se lleva a cabo en un país castigado por la imparable inflación, interminables filas para poner gasolina -que solo exceptúan a Caracas-, extenuantes cortes eléctricos y fallas en el suministro de agua y gas.
“Si usted quiere que recuperemos la economía, si usted quiere que recuperemos el país, que recuperemos los salarios, que recuperemos todo, hay que salir a votar”, manifestó el presidente Nicolás Maduro en uno de sus llamados a participar.
Con los principales partidos de oposición marginados de una contienda que consideran un "fraude", el chavismo ha activado toda su maquinaria para lo que ha descrito como una contienda "histórica".
“Tenemos 12 leyes propuestas ya por ustedes a través de miles y miles de mensajes que nos llegaron”, dijo ante una multitud el poderoso dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, gobernante) Jorge Rodríguez, al ofrecer leyes “que defiendan a la familia venezolana”.
Rodríguez invitó a la militancia chavista a movilizarse "por millones" el 6 de diciembre "para decir, ¡paren las sanciones!, ¡paren el bloqueo!, ¡respeten a Venezuela!".
Sortear las sanciones estadounidenses, que incluyen un embargo petrolero vigente desde abril del 2019, constituye el foco del discurso oficialista durante esta campaña. Otra promesa popular en la base es la de castigar a “terroristas” y “traidores”, entre a quienes incluyen al líder opositor Juan Guaidó.
En la oposición disidente, que sí participa de los comicios, se habla de reconciliación y de acuerdos con Estados Unidos para flexibilizar sanciones, también de anclar los pulverizados salarios al dólar, como propone el pastor evangélico Javier Bertucci, quien busca una de las 277 curules del nuevo Parlamento.
"Desde la Asamblea vamos a armar una ley que permita que el pueblo gane en dólares o el equivalente en bolívares en dólares para que ustedes pueden comprar su comida", ofreció Bertucci durante un concurrido acto de campaña en Valencia, capital del estado Carabobo (centro). "¡Vienen días mejores!".
El futuro de esas promesas es incierto, mientras expertos calculan que el chavismo tendrá un control mayoritario de la nueva legislatura.
‘Nos han prometido de todo’
A sus 69 años, José Ramírez, dijo estar saturado de promesas incumplidas.
“Nos han prometido de todo”, contó mientras esperaba que el conductor de un camión le regalara unos litros de diésel para su cocina artesanal, una solución a la que recurrió por las fallas en el servicio de gas doméstico.
No es que las promesas electorales en Venezuela sean algo nuevo, destacó Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas.
“La demagogia le hace un daño tremendo a la democracia”, subrayó.
Ramírez, quien tuvo que dejar su trabajo en una cantera de mármol tras sufrir tres hernias, tiene pocas esperanzas en que un nuevo Parlamento cambie algo en relación con el colapso de los servicios básicos.
"Uno va a votar y los servicios no funcionan", indicó este hombre, cuya principal preocupación es adquirir alimentos en medio de la vorágine inflacionaria. "Los servicios y la comida es lo más difícil, lo cara que está la comida".
Jesús Alfonso Lombano, habitante de Petare, uno de las barriadas más grandes de Venezuela, está convencido en ir a votar para “salir de este peo (conflicto)” en el país. “Esa gente que está en la Asamblea no sirve”.
Promesas de cambio de régimen siguen llegando del lado de Guaidó, quien alienta una consulta al margen del órgano electoral, entre el 7 y el 12 de diciembre.
El proceso recuerda a otro similar convocado en julio del 2017.
“Uno de nuestros pilares en la estrategia para lograr el cambio en Venezuela es ejercer la mayoría y para eso es la consulta popular”, declaró el líder opositor reconocido como mandatario interino por Estados Unidos y otro medio centenar de países, aunque en la práctica no ejerce funciones de Estado.
El analista Félix Séijas indicó que las promesas “responden al intento de activar” a la gente. “El chavismo, sobre todo, sabe que tiene un techo electoral de aproximadamente 5 millones y medio de votos, su preocupación es cómo hacerlos ir ese día a las urnas de votación”.
Para suscitar entusiasmo en el electorado "escucharemos cualquier cosa", remarcó.