Tegucigalpa. Desde 1982, cuando los militares se replegaron de la Casa Presidencial, Honduras trata de construir sus instituciones democráticas, golpeadas por el narcotráfico, la corrupción y la violencia. Esta es una cronología de las últimas cuatro décadas.
El 20 de abril de 1980 se celebraron comicios para instalar una Asamblea Nacional Constituyente, que luego redactó una Constitución que marcó el retorno al orden democrático, después de una cadena de golpes de Estado militares desde 1963.
El 29 de noviembre de 1981 se realizaron elecciones que ganó el Partido Liberal (PL, derecha) con Roberto Suazo Córdova, para gobernar por el periodo 1982 - 1986. En seguida, Honduras se convirtió en una plataforma de Estados Unidos para apoyar a los rebeldes contrarrevolucionarios que intentaban derrocar al gobierno sandinista (izquierda) de Nicaragua, que llegó al poder en 1979. También para respaldar a los gobiernos de El Salvador y Guatemala, asediados por guerrillas de izquierda.
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Los altos mandos militares hondureños siguieron como poder detrás del trono en el gobierno de Suazo, apoyando a Estados Unidos. Además, contribuyeron en el apoyo a los “contras” de Nicaragua y ayudaron a El Salvador y Guatemala en el combate a las guerrillas de izquierda, hasta que se negociaron y firmaron los acuerdos de paz de Esquipulas entre 1986 y 1987. Desde las elecciones de 1981, el PL y el Partido Nacional (PN, también derecha) se alternaron el poder en comicios.
En las elecciones del 27 de noviembre de 2005 ganó Manuel Zelaya Rosales por el Partido Liberal, para gobernar en el periodo 2006-2010. Sin embargo, el 28 de junio de 2009 fue derrocado y enviado al exilio por una alianza cívico-militar, acusado de querer convertir el país en socialista por su cercanía con el exmandatario venezolano Hugo Chávez.
En las elecciones del 29 de noviembre de 2009 triunfó el PN con Porfirio Lobo para el periodo 2010-2014, en un gobierno de “reconciliación nacional”. El 27 de enero del 2010, Zelaya regresó del exilio y fundó el partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), fortalecido también con miembros de movimientos sociales. El PN logró tres triunfos seguidos. Tras gobernar desde 2014, Juan Orlando Hernández (PN) fue favorecido por una resolución judicial que le permitió postularse a una reelección. La resolución fue adoptada por la Sala Constitucional de la Corte Suprema, controlada por magistrados nombrados por el Congreso oficialista.
El 26 de noviembre de 2017, Hernández ganó la reelección para gobernar del 2018 al 2022, tras vencer al popular presentador de televisión Salvador Nasralla, que corrió por el Partido Libre. Con el 60% del escrutinio Nasralla iba ganando, pero el sistema de cómputo se interrumpió más de 600 veces, por presuntas fallas técnicas, y al reactivarse, Hernández lideraba la contienda por un estrecho margen.
Estalló una crisis en todo el país, con manifestaciones que dejaron una treintena de muertos, en medio de represión militar y policial. La tensión en la calle se redujo, pero el gobierno de Hernández transcurrió en medio de señalamientos por narcotráfico y corrupción.
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