La Paz. La Iglesia católica de Bolivia llamó este lunes al gobierno interino y todos los partidos políticos, así como a la sociedad civil, a un “diálogo” para poner fin a una crisis que se tornó más violenta con la muerte de unas 20 personas tras la renuncia del izquierdista Evo Morales a la presidencia, hace una semana.
Los obispos, en coordinación con la Unión Europea (UE) y Naciones Unidas, llamaron a un diálogo para “pacificar el país, y consensuar las condiciones de unas nuevas elecciones generales”, mientras las protestas no cesaban en el país contra el gobierno interino.
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"El diálogo es el camino apropiado para superar las diferencias entre bolivianos", dijo el secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana, Aurelio Pesoa, en conferencia de prensa. "Celebrar elecciones transparentes (...) es el mejor camino para superar las diferencias", agregó.
Los prelados propiciaron acercamientos desde la semana pasada entre el gobierno de la derechista Jeanine Áñez y sectores afines a Morales, quien renunció hace una semana y se asiló en México tras desatarse protestas que denunciaban un fraude electoral en los comicios del 20 de octubre.
Sin embargo, el ministro de Gobierno (interior), Arturo Murillo, inyectó tensión al denunciar, sin aportar pruebas, que “un grupo criminal quiere atentar contra la presidenta” Áñez, quien, afirmó, tuvo que abortar un viaje al interior del país. “Hay gente, por supuesto, venezolana, cubana, colombiana metida en esto, está el narcotráfico por detrás”, expresó.
La ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, acusó este lunes al expresidente Morales de tratar de provocar confrontaciones entre bolivianos. "Lo que está causando es una convulsión. No es el pacificador (..), nos está chantajeando", declaró.
“En lugar de pacificación”, las nuevas autoridades “ordenan difamación y represión contra hermanos del campo que denuncian el golpe de Estado”, escribió en Twitter Morales, desde México.
En lugar de pacificación, ordenan difamación y represión contra hermanos del campo que denuncian el golpe de Estado. Después masacrar a 24 indígenas, ahora preparan un Estado de Sitio. Sería la confirmación de que pidiendo democracia instalaron una dictadura.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 18, 2019
Vecinos de El Alto llamaron, en tanto, a cercar desde este lunes la ciudad vecina de La Paz, capital administrativa del país, para forzar “la renuncia inmediata” de Áñez.
En otro intento por calmar los ánimos, la presidenta interina indicó el domingo que anunciará “muy pronto” la convocatoria a nuevas elecciones “transparentes”.
Su gobierno debe ponerse de acuerdo con el Movimiento Al Socialismo (MAS, de Morales), mayoritario en el Congreso, para elegir a seis de los siete titulares del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Los anteriores miembros de esa institución están en prisión preventiva por irregularidades en las presidenciales de octubre, que dieron la reelección a Morales.
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Pero si fracasaran esas negociaciones el gobierno estudia la posibilidad de convocar “de manera inmediata” a elecciones “a través de algún otro instrumento legal”, declaró el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano.
La diputada del MAS Betty Yañíquez dijo el domingo que esa bancada intenta reunirse con los grupos legislativos minoritarios en pro de "pacificar" el país.
Mientras, Jean Arnault, enviado del secretario general d eNaciones Unidas, y un delegado de la Unión Europea se han reunido en los últimos días con el gobierno de Áñez y organizaciones sociales en un intento de restaurar la paz.
Presión callejera
Las distintas invitaciones al diálogo no han acabado, sin embargo, con las protestas callejeras.
Los bloqueos de partidarios de Evo Morales en las afueras de las principales ciudades de Bolivia están ocasionando escasez de gasolina y de alimentos.
La Paz es la principal afectada por el desabastecimiento de gasolina y alimentos desde hace cuatro días cuando recrudecieron los enfrentamientos entre los seguidores del exmandatarioy las fuerzas de seguridad. La escasez también golpea a la ciudad oriental de Santa Cruz, motor agroindustrial del país.
El ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, informó el lunes a la televisora ATB de que están tratando de reabastecer La Paz con un convoy, pero que se les está complicando por el bloqueo y unas zanjas abiertas por los manifestantes en la ruta.
“Estamos intentando llevar un convoy de gasolina y gas”,indicó, al tiempo que señaló que no pueden llegar a un diálogo porque, según él, no hay una demanda clara por parte de los protestantes.
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La planta de hidrocarburos en la vecina ciudad de La Paz estaba rodeada de lugareños que han levantado barricadas para exigir el retorno de Morales, quien está asilado en México, y presionar por la renuncia de la presidenta interina.
En Santa Cruz, productores denunciaron que las frutas y verduras se estaban pudriendo debido a que los bloqueos han impedido que los camiones cargados abastezcan los mercados.