Wilmington. El juicio de Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense Joe Biden, acusado de posesión ilegal de un arma de fuego, inició este lunes en un tribunal federal de Wilmington. Este evento ocurre en plena campaña presidencial para las elecciones de noviembre, en las que el mandatario y el republicano Donald Trump buscarán la reelección.
Hunter enfrenta cargos por mentir sobre su consumo de drogas ilegales al comprar un arma de fuego en 2018, lo cual es considerado un delito grave.
El hombre de 54 años llegó al tribunal de su ciudad natal, Wilmington, en el estado de Delaware, acompañado de parte de su familia, incluida la primera dama, Jill Biden, aunque no el presidente.
La selección del jurado inició, y se espera que el juicio dure entre una y dos semanas.
El mandatario demócrata expresó que él y la primera dama, quien cumplió 73 años el lunes, están “muy orgullosos” de Hunter. “Como presidente, no hago ni haré comentarios sobre casos federales pendientes, pero como padre, siento un amor ilimitado por mi hijo, confianza en él y respeto por su fortaleza”, expresó Biden en un comunicado.
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El juicio ocurre pocos días después de que un jurado de Nueva York declarara a Trump culpable de fraude empresarial, marcando la primera vez que un expresidente es sentenciado por un delito penal. Trump, que se postula como contrincante republicano de Biden en noviembre, enfrenta otros tres casos penales más graves, incluido su presunto intento de anular las elecciones presidenciales de 2020.
El juicio en Delaware, junto con otro en California en el que Hunter Biden es acusado de evasión fiscal, representa un potencial problema para Biden, que busca un segundo mandato y espera mantener la atención del país en el comportamiento de Trump.
Además de ser una distracción política, los problemas legales de Hunter Biden reabrirán dolorosas heridas emocionales para la familia, relacionadas con su largo período como drogadicto, una etapa de la que tanto él como su padre hablaron públicamente.
‘Adicción’
El abogado formado en Yale y lobista convertido en artista está acusado de declarar falsamente que no consumía drogas ilegales en documentos para comprar un revólver Colt Cobra calibre .38 en 2018.
También se le imputa el delito de tenencia ilegal de arma de fuego, la cual tuvo durante apenas 11 días en octubre de ese año.
Hunter Biden se declaró inocente en octubre. Antes llegó a un acuerdo con los fiscales, pero este fracasó y condujo al juicio.
Los fiscales presentarán gran cantidad de pruebas relacionadas con los años de Hunter Biden como adicto. Llamaron como testigos a tres de sus exparejas, entre ellas Lunden Roberts, madre de uno de sus hijos.
El hijo del presidente, escribió extensamente sobre su adicción, afirmará que en el momento en que compró el revólver no se consideraba adicto. Aseguró que está sobrio desde 2019.
Si es declarado culpable, Hunter Biden enfrenta una pena de hasta 25 años de prisión, aunque al no tener antecedentes, la condena será mucho más leve, incluso sin cárcel.
El presidente expresó el lunes que la fuerza de su hijo para superar sus problemas da ánimos a la familia. “La resiliencia de Hunter ante la adversidad y la fuerza que ha aportado a su recuperación nos inspiran. Muchas familias tienen seres queridos que han superado la adicción y saben a qué nos referimos”, afirmó.