Washington. Israel y Sudán anunciaron este viernes la normalización de las relaciones diplomáticas, informaron el presidente estadounidense, Donald Trump, y los gobiernos de esos dos países.
Periodistas en la Casa Blanca pudieron presenciar una conversación telefónica en la Oficina Oval entre Trump y los líderes israelíes y sudaneses.
Hicieron "la paz", dijo Trump.
“Sudán e Israel acordaron la normalización de las relaciones, otro paso importante hacia la construcción de la paz en el Oriente Medio con otra nación que se suma a los Acuerdos de Abraham” que involucran a Baréin y a los Emiratos Árabes Unidos, indicó Judd Deere, un portavoz del ejecutivo estadounidense.
Trump, en campaña para su reelección, aseguró que se están preparando "muchos, muchos otros" acuerdos.
“Estamos expandiendo el círculo de la paz tan rápidamente gracias a su liderazgo”, se escuchó decir al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
El mandatario estadounidense predijo que Arabia Saudí pronto forjará lazos con Israel y agregó que al menos otras cinco naciones árabes querían plegarse a este paso diplomático.
“Tenemos al menos cinco que se quieren sumar”, afirmó.
“Esperamos que Arabia Saudí sea uno de esos países”, agregó, y elogió a los gobernantes del reino “altamente respetados”: el rey Salmán y el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán.
Aunque Trump no mencionó a ningún otro país, Omán y Mauritania están entre las otras naciones de la región que se han inclinado a normalizar sus vínculos con Israel.
Justo antes, la Casa Blanca había anunciado la intención de Trump de retirar a Sudán de la lista de estados que apoyan el terrorismo.
El primer ministro sudanés, Abdalá Hamdok, agradeció a Trump durante la llamada y saludó el gran impacto que esta medida tendría en la economía sudanesa.
Desde la caída del régimen de Omar al Bashir, en abril del 2019, Sudán ha estado gobernado por un gobierno de transición en el que los militares y civiles comparten el poder hasta las elecciones previstas para el 2022.
Este gobierno enfrenta dificultades económicas con una fuerte depreciación de la libra sudanesa, por lo que había pedido a Estados Unidos que retirara a Sudán de la lista de países que apoyan el terrorismo, considerado como un obstáculo para las inversiones.
La Casa Blanca señaló que, como parte del acuerdo para salir de la lista negra, el gobierno de transición de Sudán depositó $335 millones para compensar a los sobrevivientes y familiares de los ataques contra Estados Unidos que tuvieron lugar cuando el exdictador Omar al Bashir acogió a Al Qaida.