Brasilia. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, arremetió este lunes contra la justicia electoral, acusada de no querer transparencia en la elección presidencial y cuestionó, sin pruebas, la supuesta vulnerabilidad de las urnas electrónicas en una reunión con embajadores en Brasilia.
“Queremos corregir fallas, queremos transparencia, democracia de verdad. Estoy siendo acusado de golpe todo el tiempo (...) estoy cuestionando antes porque tenemos tiempo de resolver el problema, con la propia participación de las Fuerzas Armadas”, dijo el mandatario, que acompañó su discurso con una presentación de PowerPoint sobre el sistema electoral.
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Bolsonaro discursó por casi una hora ante decenas de embajadores y diplomáticos de países como Francia y España en el Palacio de la Alvorada, en un encuentro convocado apenas para discutir el sistema electoral brasileño.
Algunas embajadas de los principales socios de Brasil, como Argentina, no fueron invitadas, sin que se conocieran los motivos.
El ultraderechista convirtió el sistema de urnas electrónicas en blanco de ataques debido a su supuesta vulnerabilidad, que podría ser usada en su contra. En varias ocasiones Bolsonaro dijo, sin ofrecer pruebas, que hubo fraude en las elecciones del 2014 y en las del 2018, cuando el mandatario alegó que pudo ser electo en primera vuelta.
El mandatario competirá el próximo 2 de octubre con el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en las encuestas.
Miembros del Partido de los Trabajadores (PT) y algunos analistas, evalúan que la postura de Bolsonaro es parte de una estrategia para desconocer una eventual derrota y tumultuar el proceso electoral.
El presidente citó el lunes una investigación abierta en el 2018 por la Policía Federal (PF), un mes después del balotaje en el que fue electo presidente, para verificar un ataque hacker contra los sistemas digitales del Tribunal Superior Electoral (TSE).
La investigación todavía no concluyó, pero según el TSE, la pesquisa de la PF ya arrojó indicios de que el ataque no supuso riesgos a cualquier tipo de manipulación de los resultados electorales y apenas afectó el sistema interno del tribunal.
En una audiencia en el Senado la semana pasada, el ministro de Defensa de Bolsonaro , propuso una “votación paralela” el día de la elección con una segunda urna que reciba votos en papel.
“Estamos a tres meses de las elecciones, las propuestas sugeridas por las Fuerzas Armadas prácticamente anula la posibilidad de manipulación (...) No podemos enfrentar unas elecciones bajo el manto de desconfianza”.
Brasil adoptó el sistema de urnas electrónicas en las elecciones municipales de 1996. Además de ofrecer un resultado de forma más ágil al voto papel, hasta el momento no se comprobaron problemas de seguridad.