Brasilia. El expresidente brasileño Jair Bolsonaro y su esposa Michelle permanecieron en silencio este jueves ante la policía, tras ser citados para responder a un supuesto desvío de joyas recibidas como obsequios oficiales.
Bolsonaro, que enfrenta una montaña de casos judiciales desde que dejó la presidencia el 31 de diciembre, compareció ante la policía federal de Brasilia por quinta vez en cinco meses.
Los investigadores sospechan en este caso que la pareja y un grupo de colaboradores participaron en un esquema de venta de obsequios oficiales recibidos de países extranjeros para el “enriquecimiento ilícito” del expresidente (2019-2022).
El caso podría configurar un delito de lavado de dinero y de peculado (apropiación de bienes públicos), pasibles de prisión.
Jair y Michelle Bolsonaro “optan por adoptar la prerrogativa del silencio respecto de los hechos investigados”, rezan las notas presentadas ante la policía por la defensa del matrimonio, según documentos difundidos en la prensa local.
Los abogados estimaron que sus clientes no fueron convocados ante la autoridad debida por lo que decidieron no declarar “hasta que estén delante de un juez natural competente”.
En total, este jueves fueron llamados a declarar siete sospechosos en Brasilia y uno en Sao Paulo.
El grupo estaba llamado a responder a las preguntas de los investigadores al mismo tiempo, una estrategia destinada a dejar expuestas eventuales contradicciones entre las distintas declaraciones.
Las autoridades quieren dilucidar si hubo efectivamente un desvío de varios conjuntos de joyas regaladas por Arabia Saudita, algunas de las cuales habrían ingresado a Brasil de forma irregular en 2019.
Esto incluye un reloj de lujo que habría sido vendido y luego recomprado en Estados Unidos por Frederick Wassef, abogado de Bolsonaro.
“Soy víctima de una campaña cobarde de desinformación, estoy absolutamente tranquilo, jamás cometí ninguna irregularidad o algo ilícito”, dijo Wassef a periodistas al ingresar a la sede da policía federal en Sao Paulo.
“Mijoyas”
Un juez de la suprema corte de Brasil autorizó a la policía hace dos semanas el acceso a los datos bancarios del ultraderechista y su esposa Michelle para investigar eventuales movimientos de dinero relacionados con el caso.
Bolsonaro negó haber cometido ningún delito en su declaración previa en abril ante los investigadores.
De la misma manera, Michelle ironizó este fin de semana sobre su implicación en el caso.
“Hablaron tanto de joyas que en breve tendremos el lanzamiento... ‘Mijoyas’, para ustedes”, dijo la ex primera dama en tono de burla sobre la investigación, en un evento partidario.
Bolsonaro ya fue interrogado además por la policía por los actos golpistas del 8 de enero por parte de seguidores suyos, por un supuesto plan de golpe de Estado y por presuntamente haber falsificado certificados de vacunación.
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El ultraderechista fue declarado en junio inelegible durante ocho años por abuso de poder político y uso indebido de los medios de comunicación al haber desinformado sobre el sistema electoral, tres meses antes de perder por poco las elecciones ante el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.