Tel Aviv. El presidente argentino, Javier Milei, dio inicio el martes a su visita a Israel con una declaración polémica al anunciar, apenas descendió del avión, su “plan” altamente sensible de trasladar la embajada de su país de Tel Aviv a Jerusalén.
“Es mi plan mudar la embajada a Jerusalén occidental”, expresó el mandatario al ser recibido por el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Israel Katz, en el aeropuerto Ben Gurión, cerca de Tel Aviv.
En su segundo viaje al extranjero desde que asumió la presidencia en diciembre, Milei afirmó que busca expresar su “apoyo al pueblo de Israel” y “defender la legítima defensa” del Estado hebreo ante “los terroristas” de Hamás, el movimiento islamista palestino.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acogió con satisfacción el anuncio, respaldando la reivindicación israelí sobre Jerusalén como su capital indivisible.
Hamás, inmerso en una guerra con Israel en Gaza desde octubre, reaccionó condenando “enérgicamente” los planes del presidente argentino, considerándolos una “vulneración de los derechos del pueblo palestino a su tierra” y una “violación de las normas del derecho internacional” al considerar a Jerusalén como tierra palestina ocupada.
Actualmente, la embajada argentina se encuentra en Herzliya, cerca de Tel Aviv, donde se ubican la mayoría de las representaciones diplomáticas. Si Milei cumple su promesa, Argentina se uniría a pocos países que tienen su principal misión diplomática en Jerusalén en lugar de Tel Aviv, como lo hizo Estados Unidos en 2018 bajo la presidencia de Donald Trump, al reconocer la ciudad como capital de Israel.
Antes de partir de Buenos Aires, Milei, economista que se acercó al judaísmo en los últimos años, destacó la importancia de Israel como aliado para Argentina, al igual que Estados Unidos.
Este martes, el dirigente sudamericano se reunió con el presidente israelí, Isaac Herzog, y anunció que Argentina tiene la intención de declarar a Hamás como “grupo terrorista”.
Palestinos reclaman Jerusalén Este
La disputa territorial por Jerusalén, ciudad significativa para judíos, cristianos y musulmanes, constituye el núcleo del conflicto palestino-israelí. En 1947, Naciones Unidas concibió un estatus internacional especial para ella, pero quedó dividida tras la guerra que siguió a la declaración de independencia de Israel en 1948.
Israel arrebató Jerusalén Este a Jordania durante la Guerra de los Seis Días en junio de 1967, la anexó y la considera su capital indivisible. Aunque bajo autoridad israelí, los palestinos reclaman la parte oriental como capital de su futuro Estado.
Luego de su llegada, el presidente argentino visitó el Muro de los Lamentos en Jerusalén Este, el sitio de oración más sagrado para los judíos, donde fue recibido con entusiasmo por una multitud. Algunos presentes corearon su lema de campaña “¡Viva la libertad, carajo!” en castellano, mientras otros ondeaban banderas argentinas.
Milei, visiblemente emocionado, permaneció varios minutos con la frente tocando las piedras y los brazos extendidos, según observó una periodista de esta agencia.
El miércoles, está previsto que se reúna con el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Durante su viaje, Milei sostendrá encuentros con empresarios y rabinos, visitará el museo del Holocausto, Yad Vashem, y se desplazará a uno de los kibutz asaltados por comandos de Hamás, que lanzaron un ataque sorpresa en el sur de Israel el 7 de octubre, dejando al menos 1.160 muertos.
El presidente argentino tiene la intención de reunirse con familiares de personas secuestradas por Hamás en represalia por el ataque, que llevó a Israel a bombardear la Franja de Gaza desde el mismo día, con más de 27.000 muertos, según Hamás.
Tras su visita a Israel, Milei viajará a Italia para encontrarse con el papa Francisco en el Vaticano y reunirse con el presidente italiano, Sergio Mattarella, y la primera ministra, Giorgia Meloni.