La noche del 20 de octubre un tuit de la OEA alertó que algo andaba mal. El conteo preliminar de votos de las elecciones bolivianas, el cual estaba en manos del tribunal electoral, se detuvo. Pese a que hasta ese momento los resultados apuntaban a una segunda ronda, el entonces presidente Evo Morales celebraba el triunfo de su cuarta reelección frente al opositor Carlos Mesa.
El escrutinio se reanudó al día siguiente con un cambio rotundo en la tendencia: Morales era el claro ganador, por lo que el balotaje había quedado desechado. Desde entonces, se propagaron las acusaciones de fraude y las manifestaciones violentas tomaron las calles de Bolivia. La coyuntura electoral desencadenó una crisis política y social que implicó la renuncia del mandatario y de las autoridades que conformaban la cadena de sucesión institucional.
El excanciller costarricense Manuel González, quien lideró la misión de la Organización de los Estados Americanos durante los comicios bolivianos, relató que la interrupción del conteo preliminar de las elecciones levantó suspicacias y dejó en duda el papel del órgano electoral.
Misión de Observación Electoral d OEA sigue dando seguimiento riguroso al proceso electoral en #Bolivia. Fundamental q el TSE explique pq se interrumpió la transmisión de resultados preliminares y q el proceso de publicación de los datos del cómputo se desarrolle de manera fluida
— OEA (@OEA_oficial) October 21, 2019
“Lo que más preocupación me dio y me hizo pensar en todas las dudas y posibilidades fue la suspensión sin explicación de los resultados, porque eso genera una gran ansiedad, una gran preocupación y una posibilidad de manipulación. (...) También fue grave que el tribunal no dio una adecuada explicación”, afirmó el excanciller.
González dice que lo sorprendió la renuncia de Morales, aunque sabía que el último informe de la OEA emitido el 10 de noviembre tendría alguna repercusión electoral, pues las conclusiones del documento son vinculantes. Asimismo, considera urgente llenar el vacío de mando en el país suramericano.
– ¿Cómo transcurrió el conteo de votos en las elecciones del 20 de octubre?
"La jornada de votación fue una jornada bastante normal. Lo que encendió las alertas la noche del 20 fue cuando se empezó a suministrar la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), un sistema que alimentaban las personas en las mesas acreditadas mediante una aplicación en el teléfono. Ellas le tomaban una foto al acta y la transmitían al tribunal y luego, eso alimentaba la base que iba reportando el conteo.
El domingo como a las 8:10 p.m. cuando se llevaba el 83% del escrutinio, se desconectó el sistema y pasaba el tiempo y no se actualizaba. El conteo se reunudó hasta el día siguiente cerca de las 7 p.m. Entonces emitimos un pronunciamiento en el que exigíamos al tribunal electoral que diera una explicación pública sobre lo que estaba pasando, cosa que no ocurrió.
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Lo que el tribunal nos había dicho es que el TREP se iba a dejar de reportar en la medida en que ya se tuviera un número importante de actas oficialmente verificadas, es decir, uno iba a terminar y el otro lo iba a relevar. Eso era entendible si hubiera ocurrido, pero no ocurrió. Lo que sucedió es que desconectaron el TREP y no se suministró información oficial sobre las actas ya verificadas, algo que generó todo tipo de especulaciones y problemas.
Al día siguiente informamos que los datos de un conteo rápido que la OEA tenía coincidían con los datos de que se iba hacia una segunda ronda.
“Casi 23 horas después se reactivó el TREP y ya salía una tendencia diferente. Era muy raro que en ese momento se activara el TREP, porque lo que se suponía era que para ese momento se iban a tener actas oficiales verificadas y no ocurrió tampoco”.
– ¿Para ustedes las elecciones debieron haberse ido a una segunda ronda?
"La tendencia indicaba eso a ese día que nosotros rendimos el informe. El informe mostraba una fotografía de los reportes que los 90 observadores teníamos en las ocho áreas temáticas que estaban bajo revisión. Hay que ser muy cuidadosos en distinguir cuáles son incidentes menores que en todas las elecciones se dan y cuáles son mayores.
Lo más grave que ocurrió aquí fue eso de parte del tribunal sin dar una adecuada explicación. Después empezaron a decir que se había dado un intento de hackeo, luego que eso no fue, que era el sistema. El software con el que se estaban procesando los datos lo hizo la misma empresa que había participado en el referendo del 2016.
“A partir del cierre de las urnas empezaron a darse todo este tipo de irregularidades. Como por ejemplo, al día siguiente se quemaron dos o tres instalaciones del tribunal electoral departamental, donde se guardaban las actas oficiales de provincias específicas. Al final, lo que el tribunal hizo fue recurrir a actas que había recibido mediante las fotos para completar las actas, algo que es improcedente. También se reportó adulteración de las actas y la falsificación de firmas”.
– ¿Temían que había una estrategia orquestada para que Evo Morales ganara en la primera vuelta?
"Había muchas suspicacias que señalaban consistentemente miembros de otros partidos. Nosotros tuvimos reuniones con todos los candidatos, con grupos de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales y académicos antes de las elecciones y ciertos elementos manifestaban el malestar, porque no se había respetado el resultado del referendo del 2016.
Una persona sí nos dijo que lo que se estaba planeando era dirigir parte de la información que entraba a una especie de servidor alterno, como un puente, donde si eso se daba, podía vulnerarse la información y una vez vulnerada mandarla como si fuera oficial al tribunal. Eso fue mencionado solo por una persona y hasta que no ocurriera, no se le podía mayor credibilidad al tema, pero aparentemente sí fue parte de lo que terminaron haciendo.
“Todo el mundo decía que iba a haber fraude y entonces yo les preguntaba cómo es que lo van a hacer, pero nadie podía dar una sola razón”.
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– ¿El tema del fraude sí era un tema recurrente?
“Era una preocupación recurrente en todos los actores: políticos, sociales, académicos, porque hay desde hace mucho tiempo muy poca credibilidad en el órgano electoral. Este tribunal contaba con personas con poca experiencia, todos habían sido nombrados por el Congreso a sugerencia del Poder Ejecutivo, en las resoluciones que emitían había contradicciones, no existía una sola vocería. Había una falta de credibilidad y desorden en el actuar del tribunal”.
– Entonces ustedes hicieron su trabajo bajo una alerta importante de fraude.
"Por supuesto, uno no puede ser indiferente ante eso, pero tampoco tiene la facultad de decir que no se hagan las elecciones.
El sábado antes de las elecciones tuvimos una reunión con el tribunal. Allí preguntamos nuevamente cuál iba a ser el guion de esa noche (del conteo de votos), qué era lo que iba a pasar, pero no fueron muy específicos. Explicaron que se iba a reportar el TREP y que cuando se tuviera una masa más grande de conteo oficial eso iba a sustituir al TREP y que se iba a seguir con los datos oficiales. Eso es entendible y en muchas partes se hace de esa manera, pero el TREP no da datos oficiales.
“Una cosa que me llamó la atención es que cuando empezó a reportarse el TREP aparecían tres o cuatro mesas anuladas. Según la ley boliviana, cuando hay mesas anuladas hay que repetir toda la elección en esas mesas y por ello, no se puede dar el resultado oficial de las elecciones. Curiosamente, cuando dieron el resultado oficial esas actas ya aparecían convalidadas”.
– ¿Tuvieron sospechas de fraude desde la primera noche?
“Fraude como tal hubiese sido difícil o irresponsable decirlo, pero sí señalamos irregularidades muy graves que quedan confirmadas con el informe de ayer (domingo)”.
– ¿Qué fue lo más grave para usted de este proceso electoral?
"Lo que más preocupación me dio y me hizo pensar en todas las dudas y posibilidades fue la suspensión sin explicación de los resultados del TREP, porque eso genera una gran ansiedad, una gran preocupación y una posibilidad de manipulación.
“Al día siguiente nos reunimos con la empresa que auditaba a la empresa que diseñó el software, ellos mismos nos dijeron que hubo una situación inusual, de mucho volumen que obligaba a suspender temporalmente para ver qué pasaba y que eso era posible arreglarlo en media hora, que no tomaba 23 horas y que la orden vino del tribunal”.
– ¿Considera peligroso que Bolivia continúe con ese vacío de poder?
“El vacío de poder tiene que llenarse lo antes posible, definitivamente. No estamos entrando en cuestiones ideológicas ni en cuestiones de si la persona me gusta o no me gusta, si es buena o no, tiene que seguirse el proceso institucional y la institucionalidad tiene que servir para llenar ese vacío lo antes posible definitivamente, eso es lo más urgente y una vez investido que se convoque lo antes posible a elecciones generales”.
– ¿Le sorprendió que Evo Morales se autoproclamara presidente cuando todo apuntaba a una segunda ronda?
“Sí, porque todavía faltaba un porcentaje importante de votos para saber si se superaba el 10% o no con respecto a su rival. En el momento que se dieron las declaraciones en el palacio presidencial todavía el margen estaba por debajo del 10% y ya él se estaba declarando ganador, estaba seguro. Eso también generó mucho malestar departe de las fuerzas opositoras”.
FUENTE: AFP y OEA. DISEÑO/LA NACIÓN.
– ¿Cómo fueron las conversaciones después de las elecciones con los miembros del tribunal?
“Ellos escuchaban, no daban mucha información. La última reunión que tuvimos con ellos fue el lunes antes de que reactivaran el TREP, oficialmente les dije que los números que nosotros teníamos eran coincidentes con otros conteos rápidos, pero eso no les importó mucho".
– ¿Estima que faltó transparencia por parte de las autoridades bolivianas?
"Más que transparencia, comunicación. Que comunicaran, que informaran, que dijeran qué era lo que iban a hacer, cómo iban a manejar la información, qué iba a ocurrir, qué significaba el TREP y cuándo lo iban a suspender para que entrara el conteo oficial, que eso lo explicaran con mucha claridad precisamente para que no pasara lo que pasó. Sin embargo, no hubo un bloqueo deliberado a nuestra gente ni hubo ninguna insinuación de ningún candidato".
– ¿Esperaba este desenlace tan abrupto de la renuncia de Evo Morales?
"No me lo esperaba para ayer. Temía que algo iba a ocurrir en materia de elecciones, porque eso era insostenible pues sí, principalmente por haber aceptado que fueran vinculantes las conclusiones, las cuales son bastante claras, no dan lugar a interpretaciones. Entonces, cuando él salió ayer que iban a convocar a otras elecciones, lo que debió haber dicho el tribunal no él, que eso refleja cómo se manejan algunas situaciones, me pareció positivo.
– En un escenario hipotético, ¿una segunda ronda hubiese evitado esta crisis política?
"Es difícil preverlo. La segunda ronda en el momento que se planteó y con los elementos que existían era una buena opción, si no se hubiera sabido todo lo que ya se sabe, que esos son otros 100 pesos. Hoy después de lo que ya se sabe, aunque no hubiera renunciado ni convocado a elecciones, no podía sugerir o apoyar una segunda ronda cuando era evidente que la primera vuelta tenía que anularse.
“Antes del informe, una segunda ronda hubiese sido una buena opción”.
FASES DE LA CRISIS TRAS LOS COMICIOS
20 de octubre
Elección presidencial
Los bolivianos acuden a las urnas para elegir presidente. Evo Morales busca un cuarto mandato frente al opositor Carlos Mesa.
Noche de la elección
Hacia el balotaje
Morales lidera el conteo, pero los números pronostican una segunda vuelta, algo sin precedentes en Bolivia, con 84% del escrutinio.
22 de octubre
Arde la calle
Estallan incidentes violentos en varias regiones, que incluyen incendios, enfrentamientos con la Policía y saqueos.
25 de octubre
Resultado final
Tras los resultados finales, Morales es declarado oficialmente ganador con el 47,08% de los votos frente a 36,51% de Mesa.
8 de noviembre
Motines
Tres unidades policiales se amotinan en Cochabamba, Sucre y Santa Cruz. Se observan escenas de fraternización entre policías y manifestantes en La Paz y la rebelión se extiende a otras regiones del país.
10 de noviembre
Dimisión
Morales presenta su renuncia en cadena televisiva, luego de perder el apoyo de los militares. Horas antes dijo que convocaría a nuevas elecciones.
FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA / LA NACIÓN.