Karuizawa. Los jefes de la diplomacia del G7 mostraron este lunes en Japón su unidad ante China, rechazando cualquier divergencia de opiniones con respecto al gigante asiático.
Reunidos en la exclusiva estación de esquí de Karuizawa, a 100 kilómetros de Tokio, los ministros de Relaciones Exteriores de los principales países industrializados dedicaron buena parte de sus discusiones al ascenso de China y reiteraron su apoyo a Ucrania frente a Rusia.
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La presidencia japonesa del G7 (que incluye a Japón, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido) había organizado este domingo por la noche una cena a puerta cerrada sobre China y Corea del Norte.
Los ministros condenaron los recientes lanzamientos de misiles norcoreanos y reafirmaron “la firme determinación del G7 de no aceptar ningún intento de cambiar el status quo por la fuerza”, según un resumen de esa reunión.
Recordando la vigencia de las tensiones con China por la cuestión taiwanesa, un destructor estadounidense navegó este domingo en el Estrecho de Taiwán, donde Pekín, que reclama la isla como parte de su territorio, había organizado recientemente importante ejercicios militares.
“La comunidad internacional se encuentra ahora en un punto de inflexión histórico”, insistió este lunes el ministro japonés Yoshimasa Hayashi, añadiendo que el G7 iba a “rechazar de forma categórica cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo por la fuerza”, en Ucrania o en cualquier otra parte.
Los recientes comentarios del presidente francés Emmanuel Macron también estuvieron presentes en la reunión.
Al regresar de una visita a China, dijo que Europa debería evitar “crisis que no son (suyas)”, a propósito de la posición de Estados Unidos en el conflicto entre China y Taiwán y defendió la “autonomía estratégica” europea.
Públicamente, los funcionarios estadounidenses, incluido el Secretario de Estado Antony Blinken, se abstuvo de comentar esas declaraciones y París trató de calmar la controversia, reafirmando que la posición de Francia no había cambiado.
Francia sigue “profundamente comprometida con el respeto del statu quo, así como con la preservación de la paz y la estabilidad entre las dos orillas del Estrecho de Taiwán”, recordó la ministra francesa Catherine Colonna.
Consenso
Blinken y Colonna se reunieron este lunes al margen del G7, mostrando, según Blinken, su “convergencia” de puntos de vista.
“Estamos unidos, estamos enviando claramente la misma señal al resto del mundo de que cualquier situación requiere respeto por el derecho internacional, una condición previa para el resto”, dijo Colonna a los periodistas.
“Muchos ministros visitaron China recientemente”, señaló un alto funcionario estadounidense que no quiso identificarse, evocando un “amplio consenso en la sala para seguir comprometidos con China”
Sin embargo, los expertos señalan la dificultad de obtenerlo.
“Los europeos se acercaron a las posiciones defendidas por Estados Unidos sobre China y Taiwán. Pero esto no lleva a un consenso”, apunta Jacques deLisle, del Foreign Policy Research Institute (Instituto de Investigación de Política Exterior).
Por su parte la ministra de Relaciones Exteriores alemana, Annalena Baerbock, pidió a los países europeos que no se “limiten a defender el orden de paz europeo” o que “se replieguen en su caparazón”, sino que actúen “con una visión amplia del mundo”.
Los ministros también acordaron intensificar sus esfuerzos para “prevenir y responder a la evasión de sanciones” contra Rusia, así como al “suministro de armas a Rusia por parte de terceros”, lo que podría considerarse una nueva advertencia para China.