Atlanta. Joe Biden y Donald Trump se enfrentaron este jueves en el primer debate de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, un tenso cara a cara en el que el demócrata llamó “imbécil” al republicano. La inflación está “matando a nuestro país”, soltó Trump a Biden.
Durante los 90 minutos, el exmandatario Trump lanzó ataques agresivos, a menudo engañosos, contra un inestable presidente Biden, quien repetidamente se mostró confuso e inconexo, como percibieron los analistas de The New York Times.
“Trump, de 78 años, hizo afirmaciones descabelladas y declaraciones falsas, sin disculparse por sus afirmaciones de realidad alternativa sobre las elecciones de 2020, al tiempo que evitó una perorata llena de agravios. Biden, de 81 años, habló rápidamente y pareció vacilar en sus respuestas, torpemente al final de las oraciones incluso cuando acusó a Trump de ser un mentiroso y una amenaza para la democracia”, publicó el periodista de ese diario, Michael D. Shear.
“Joe Biden se mostró en el debate dubitativo, tartamudeante, con la voz tomada y hasta sufrió algún lapsus en que pareció quedarse en blanco. Si el presidente trataba de demostrar que sus 81 años no deberían preocupar a los votantes, fracasó en el intento”, informó desde Atlanta el periodista Miguel Jiménez, corresponsal del diario El País.
Trump atacó a Biden con la inmigración, con la política exterior y con la economía. Biden pasó al ataque con el aborto, con los riesgos para la democracia y con el hecho de que Trump sea “un delincuente convicto”. Ambos adjudicaron al otro la etiqueta de haber sido el “peor presidente de la historia” de Estados Unidos. Ni siquiera se dieron la mano. Los dos se descalificaron mutuamente como incapaces para ocupar la Casa Blanca, aunque alguno de los dos llegará a ella tras las elecciones del 5 de noviembre, agregó Jiménez.
La economía es uno de los temas centrales de la campaña electoral, junto con la migración, el tema favorito del republicano, que no tardó en sacar a relucirlo en los primeros minutos del debate.
“Me encantaría preguntarle por qué permitió que millones de personas vinieran aquí, desde prisiones, cárceles e instituciones mentales, para venir a nuestro país y destruirlo”, dijo el magnate republicano.
Decir que Estados Unidos abre los brazos a los migrantes que entran ilegalmente en el país “sencillamente no es verdad”, replicó Biden. “No hay datos que respalden lo que dijo. Una vez más, está exagerando. Está mintiendo”, añadió.
Biden intenta desmarcarse de la retórica de su rival, que acusa a los migrantes, muchos de ellos latinoamericanos, de “envenenar la sangre” del país.
El aborto sacó chispas
También saltaron chispas sobre el aborto. Su papel para frenar el acceso al aborto en el país fue “algo terrible”, le dijo el demócrata al republicano después de que su rival se jactara de haber nombrado a jueces de la Corte Suprema que ayudaron a anular el derecho constitucional al aborto.
En medio de este intercambio tenso, Biden le soltó a su rival: “Tú eres el imbécil, eres el perdedor”.
Cada una de sus palabras y gestos están siendo analizados con lupa por los estadounidenses en un país muy polarizado políticamente donde el voto de los moderados y de los indecisos en noviembre puede ser vital.
El debate se dio en la sede de la CNN en Atlanta, la capital de Georgia, en el este del país. Se desarrolló siguiendo unas reglas estrictas: se apagó el micrófono a cada candidato cuando terminó el tiempo de respuesta estipulado. No hubo público ni teleprónter, el aparato que permite leer un texto sin apartar la mirada de la cámara.
Es la primera vez que el presidente y su predecesor republicano están cara a cara desde 2020. Están muy pendientes del evidente deterioro físico y de las confusiones de Biden, que parecen preocupar más a los votantes, según los sondeos, que las disgresiones falsas y las meteduras de pata de su rival de 78 años, es decir solo tres menos.
Biden se presenta como garante de la democracia frente a un rival temperamental que nunca reconoció su derrota en 2020 y no asistió a su investidura. Los dos hombres se profesan un desprecio mutuo y durante los últimos meses no han perdido ocasión para atacarse verbalmente.
El candidato independiente Robert Kennedy Jr, el tercero en discordia, ha quedado excluido del debate. Sus posibilidades de ganar son escasas pero puede arañar votos tanto a republicanos como a demócratas.
El debate se celebró pese a que el partido demócrata y el republicano no han nominado formalmente a sus candidatos para las elecciones. Lo harán en julio y agosto.
Está previsto un segundo debate en setiembre, dos meses antes de los comicios.