Washington. ¿Será la tensión por las próximas elecciones? ¿Frustración por una campaña que no transcurre según sus deseos? ¿Negación frente a encuestas sombrías? En cualquier caso, el presidente estadounidense Joe Biden muestra un estado de ánimo cada vez más irascible con los periodistas.
El gobernante demócrata, quien competirá nuevamente en noviembre con su predecesor republicano (2017-2021), Donald Trump, por un segundo mandato, se muestra más áspero frente a los medios. “Recé por todos ustedes. ¡Necesitan ayuda!”, le espetó recientemente a un periodista que simplemente le preguntó cómo había sido su día, al salir de la iglesia.
Durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente de Kenia, William Ruto, el jueves, el líder de 81 años refunfuñó: “Ustedes nunca cumplen su palabra”, en referencia a los periodistas.
Cuando un periodista le interrogó sobre la situación en Haití y el conflicto en Gaza entre Israel y el grupo palestino Hamás, el presidente estadounidense solo tenía la intención de responder a “una pregunta”. No obstante, acabó abordando brevemente la situación en Oriente Medio.
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El equipo de campaña de Biden critica a los medios de comunicación por subestimar el peligro que representa Donald Trump para la democracia y por centrarse más en la edad de Joe Biden (81 años) que en el desempeño de la economía durante su mandato, considerado relativamente bueno.
Lejos de dirigir sus críticas únicamente hacia los medios conservadores, el equipo de Biden desarrolló una hostilidad particular hacia The New York Times, un diario prestigioso considerado de centro izquierda. “¿Quién pasa por alto las mentiras de Donald Trump? ¡The New York Times!”, exclamó un portavoz de la campaña de Biden, luego de que este medio desacreditara algunas afirmaciones del gobierno sobre la economía en febrero.
No obstante, Biden nunca atacó a la prensa con la misma virulencia que Trump.
Mantener las distancias
Pero mientras el magnate de 77 años se acerca apenas a cualquier micrófono, Biden guarda distancia de estos. Concede muy pocas ruedas de prensa importantes, rara vez da entrevistas y nunca tiene intercambios informales en sus viajes en avión. Hasta hace poco, a veces respondía dos o tres preguntas antes de subir a su helicóptero y partir de la Casa Blanca rumbo a algún evento.
Sin embargo, ahora, en vez de caminar solo hacia la aeronave, el presidente sale rodeado de un grupo de asesores que actúan como un muro de contención ante los periodistas. Esto le evita preguntas y disimula ante las cámaras lo cauteloso que se ha vuelto el candidato demócrata.
El mal humor de Joe Biden coincide con sondeos que muestran resultados poco alentadores. Varias encuestas lo sitúan en dificultades frente a Trump, no necesariamente en intención de voto general, sino en los denominados “estados indecisos”, esos seis o siete que decidirán efectivamente los comicios.
Por un lado, Biden cuestiona la solidez de los sondeos: “Hoy en día es difícil hacer una encuesta racional. (...) Hay que hacer tantas llamadas telefónicas” antes de llegar a alguien, afirmó recientemente. Sin embargo, por otra parte, analiza esas mismas encuestas en busca de señales favorables: “La prensa no habla de ello, pero la dinámica está claramente a nuestro favor”, repite ante sus seguidores.
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Los medios pierden impulso
“¿La campaña de Joe Biden se basa en falsas esperanzas?”: este es el título de una entrevista en el semanario New Yorker a un estratega demócrata, Simon Rosenberg, quien se declaró decididamente optimista.
El analista subrayó, en un vídeo difundido el jueves, que ninguna encuesta hasta la fecha, por muy favorable que sea, garantiza a Trump los 270 electores necesarios para la victoria final. “No estamos donde nos gustaría estar y nos queda mucho trabajo por hacer”, reconoció Rosenberg, quien sin embargo subrayó: “sin duda, prefiero estar en nuestro lugar que en el de ellos”, en referencia a los republicanos.
Para bien o para mal, Biden no debería olvidar que, pese a su frustración con los medios tradicionales, estos tienen cada vez menos influencia sobre los votantes.
Según una encuesta realizada en diciembre por la Universidad de Maryland y en The Washington Post, el 14% de los estadounidenses obtiene su información por primera vez de fuentes distintas a la televisión, la radio o los periódicos. Solo el 5% de los encuestados cita, por ejemplo, al New York Times.