Nueva York. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asistió el pasado sábado 29 de junio a tres actos de recaudación de fondos de campaña, buscando asegurar a los donantes más pudientes que aún puede lograr la reelección a pesar de su caótica actuación en un debate contra su predecesor, Donald Trump.
“Yo no tuve una gran noche, pero Trump tampoco”, evaluó el mandatario en uno de los mítines del sábado pasado en Nueva York y Nueva Jersey, donde estuvo acompañado de su esposa, Jill Biden, quien lo defendió ferozmente frente a los llamados para que dé un paso al costado. “Joe no es solo la persona adecuada para el cargo; es la única persona para el cargo”, aseguró.
El presidente de 81 años se enfrenta a una ola de dudas luego del debate del 27 de junio por la noche contra su rival republicano, donde titubeó, dejó frases inacabadas y pareció perder el hilo de su pensamiento, exacerbando los temores sobre su edad y agudeza mental.
Muchos comentaristas políticos pidieron que Biden dimitiera después de ese evento, incluido el consejo editorial del New York Times, el periódico más influyente de Estados Unidos. Mientras tanto, el consejo editorial del Washington Post lo instó a hacer un examen de conciencia durante este fin de semana después de que su “calamitosa” actuación en el debate planteara “dudas legítimas sobre si está preparado para otros cuatro años en el trabajo más duro del mundo”.
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Ningún demócrata electo de alto rango se ha sumado aún al llamado, y los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton le reiteraron públicamente su respaldo el 28 de junio.
Jennifer O’Malley Dillon, presidenta de la campaña de Biden, dijo en un comunicado público el sábado pasado que las encuestas internas posteriores al debate mostraron que “las opiniones de los votantes no cambiaron”. Incluso aseguró que hubo un aumento del apoyo, con $27 millones recaudados la noche del 28 de junio.
“Entiendo la preocupación después del debate”, dijo el mandatario en un mitin en Nueva Jersey junto al gobernador demócrata del estado, Phil Murphy. “Lo entiendo. No tuve una gran noche, pero voy a luchar más duro”, prometió.