Washington. Los demócratas destinaron $25 millones a una campaña publicitaria diseñada para atraer el voto latino y afroestadounidense de cara a las elecciones presidenciales del 2024, en las que Joe Biden buscará su reelección, según informó su equipo de campaña.
La compra publicitaria es “la más grande para una campaña de reelección en este punto del ciclo”, según afirma un comunicado publicado el domingo.
Esta “estrategia agresiva” tiene como objetivo asegurar que el mensaje de Biden “resuene a lo largo de las primarias republicanas”, agrega el comunicado.
Los republicanos celebraron su primer debate de primarias el miércoles por la noche, pero el gran favorito, el expresidente Donald Trump, no participó. Trump podría enfrentarse nuevamente en una elección con Biden en noviembre del próximo año.
“Mientras los republicanos se dirigen al escenario del debate (...) para mostrar sus posturas extremistas e impopulares, nosotros estamos invirtiendo para llevar el mensaje del presidente Biden y la vicepresidenta, Kamala Harris, a los estadounidenses en todo el país, a favor de las libertades fundamentales de los estadounidenses de clase media”, afirmó Julie Chávez Rodríguez, la jefa de la campaña demócrata, citada en el comunicado.
Se trata de una campaña televisiva de 16 semanas que se enfoca en estados clave como Arizona, Georgia, Míchigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania, Wisconsin y Florida.
Incluye tanto medios tradicionales como digitales, y los anuncios se presentarán en forma de vídeos cortos en las plataformas de Instagram y YouTube.
El voto latino fue “decisivo” para la victoria de Biden en las elecciones del 2020 y su importancia continúa creciendo cada año.
El Pew Research Center estimó que para finales del 2022, 34,5 millones de latinos podrían votar en el país, convirtiéndose así en la comunidad de origen extranjero de más rápido crecimiento en el electorado estadounidense. El número de votantes hispanos aumentó en 4,7 millones desde 2018.
En los últimos años, aumentó el apoyo de esta comunidad hacia los republicanos, como se evidenció en 2020 con Trump.
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