Washington. El presidente de Estados Unidos recibió a 11 mandatarios de América Latina para la primera cumbre de líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP, por sus siglas en inglés), en su apuesta para fortalecer la integración en la región con los países afines a Washington.
Sin embargo, la ausencia de la mayoría de los líderes regionales —entre ellos, Alberto Fernández, de la Argentina— en los jardines de la Casa Blanca dejó al descubierto los desafíos imperantes para tejer consensos en el hemisferio.
La APEP es uno de los legados tangibles que dejó la Cumbre de las Américas que se realizó el año pasado en Los Ángeles, un encuentro que estuvo marcado por la polémica que desató la ausencia de Venezuela, Nicaragua y Cuba, los tres regímenes dictatoriales de la región, en la mirada de Washington y varios países del hemisferio.
Biden impulsó en esa cumbre dos grandes consensos, uno plasmado en una declaración sobre migración y otro en el lanzamiento de esta nueva plataforma de asociación económica que busca brindar un marco y sepultar los fracasos del pasado, como el del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que promovió en su momento George W. Bush.
Biden dijo en su mensaje de bienvenida a los líderes que la APEP busca aumentar las oportunidades y aprovechar el potencial de las Américas, fortalecer a la clase media y transformar al Hemisferio Occidental en “la región más competitiva del mundo”. “Creo que eso está totalmente a nuestro alcance”, dijo Biden.
Sin embargo, la cita en la Casa Blanca volvió a estar marcada por la ausencia de la mayoría de los países de la región, lo que refleja los desafíos que enfrenta la relación históricamente complicada entre Washington y América Latina.
En la Cumbre de las Américas solían participar los 35 países de la región, todos los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA). En Los Ángeles faltaron Cuba, Nicaragua y Venezuela. Y este viernes en la Casa Blanca hubo 11 países invitados: Canadá, Chile, Colombia, República Dominicana, Costa Rica, Ecuador, Perú, Uruguay, México, Barbados y Panamá.
Biden espera que más países se sumen a la iniciativa
La Casa Blanca afirmó que la APEP tiene como objetivo “establecer un foro duradero para fortalecer la competitividad regional y movilizar inversiones de alto nivel en nuestro hemisferio”. En su declaración final de la cumbre, los líderes reconocen “la necesidad de acelerar el comercio y la inversión inclusivos y sostenibles en la región, abordar la crisis climática y ampliar las oportunidades sociales y económicas sin dejar a nadie atrás”.
La lista de países invitados no es casual: se trata de las naciones que firmaron un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, mencionó en su discurso durante un desayuno de la cumbre que Estados Unidos busca un enfoque que ella denomina “friendshoring”, un término creado para referirse a la diversificación de las cadenas de suministro con “aliados y socios confiables”.
La iniciativa está respaldada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y en particular, por el BID Invest, el brazo privado del organismo multilateral. El lanzamiento de la iniciativa incluyó tres nuevos acuerdos en migración, biodiversidad y facilitación de la inversión del sector privado en infraestructura, un área en la cual China tiene un papel destacado en la región.
El BID Invest y la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo (DFC, según sus siglas en inglés) se esforzarán por facilitar los procesos de financiamiento para proporcionar a los clientes una estructura sin fisuras, contribuyendo a desbloquear mayores inversiones y más capital privado, según indicó el BID en un comunicado.
El gobierno de Estados Unidos también anunció una contribución de $10 millones al Fondo de Donaciones para la Biodiversidad y Soluciones Basadas en la Naturaleza del BID, y de $25 millones para respaldar los esfuerzos del BID en apoyo a los países para enfrentar los desafíos migratorios actuales en la región.
El presidente del BID, Ilan Goldfajn, afirmó que los anuncios “demuestran nuestro compromiso con los objetivos de la Alianza y fortalecen los lazos entre Estados Unidos y la región”.