Washington. El presidente estadounidense, Joe Biden, sigue “en forma para cumplir sus funciones”, sin cambios significativos en su salud a sus 81 años, afirmó su doctor este miércoles tras su último chequeo general antes de las elecciones de noviembre.
La salud de Biden, el presidente en ejercicio de más edad en la historia de Estados Unidos, se volvió un tema clave de cara a los comicios.
El esperado examen en el hospital militar Walter Reed, a las afueras de Washington, se produjo pocas semanas después de que un informe de un fiscal especial lo retratara como un “anciano” de “mala memoria”.
“Sigue estando en forma para cumplir sus funciones y ejecuta plenamente todas sus responsabilidades, sin exenciones ni adaptaciones”, confirmó el médico de la Casa Blanca, Kevin O’Connor, al revelar los resultados de las pruebas.
La única novedad de este año fue el uso por parte de Biden de una máquina para mantener despejadas sus vías respiratorias por la noche y reducir las interrupciones del sueño, junto con un procedimiento dental de emergencia, dijo O’Connor.
Biden sufre una serie de problemas físicos menores, como rigidez al caminar debido al desgaste de su columna vertebral, pero no hubo cambios significativos en ellos respecto al año pasado, según el informe.
Joe Biden: “Demasiado joven”
El propio Biden, que se enfrenta a una probable revancha electoral con Donald Trump, de 77 años, bromeó diciendo que la única preocupación era que los médicos piensan que luce “demasiado joven”.
“Todo está genial”, dijo a los periodistas en la Casa Blanca.
Biden hizo un corto trayecto en helicóptero hasta el centro médico al que suelen acudir los presidentes estadounidenses y se marchó al cabo de dos horas y media, saludando al personal naval y poniéndose gafas de sol antes de salir en su comitiva.
La secretaria de Prensa, Karine Jean-Pierre, defendió el hecho de que Biden no se haya sometido a una prueba cognitiva, afirmando que sus médicos evaluaron que no la necesitaba.
“El presidente pasa por una prueba cognitiva todos los días”, dijo Jean-Pierre a los periodistas, citando los asuntos políticos nacionales e internacionales de los que se ocupa. “Es un trabajo muy riguroso”, señaló.
En el examen médico del año pasado, Biden obtuvo un certificado de buena salud, aunque le extirparon una lesión cancerosa de la piel del pecho.
”Mala memoria”
El chequeo médico rutinario de Biden se produce en un momento en que aumentan las preocupaciones de los votantes sobre su edad, ya que tendría 86 años al final de un eventual segundo mandato.
La cuestión ha saltado aún más a la palestra con el informe del fiscal especial Robert Hur, en el que se le exculpaba de haber guardado ilegalmente documentos clasificados en su casa, pero se afirmaba que un jurado lo vería como un “anciano bienintencionado con mala memoria”.
En una rueda de prensa en la Casa Blanca, Biden contraatacó entonces diciendo que su memoria estaba “bien” y criticó al fiscal por afirmar que no recordaba cuándo murió su hijo Beau de cáncer.
Pero esta semana Biden adoptó un tono más distendido al tratar de desviar la cuestión hacia su septuagenario rival, Trump.
En una entrevista con el cómico Seth Meyers el lunes por la noche, Biden dijo que él era mejor que “el otro tipo”, que es solo cuatro años más joven.
El magnate inmobiliario también ha tenido sus equivocaciones, como cuando confundió recientemente a su rival por la nominación republicana, Nikki Haley, con la expresidenta demócrata de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y dijo que Viktor Orban era presidente de Turquía, en lugar de Hungría.
A finales del año pasado, Trump hizo pública una nota de su médico en la que declaraba que su estado de salud era “excelente”, pero sin dar muchos detalles.