Washington. Las guerras en Ucrania y Gaza, así como la relación con China y el futuro de la OTAN, se destacarán en el debate televisado del jueves entre Joe Biden y Donald Trump, candidatos presidenciales con visiones y personalidades radicalmente opuestas.
El demócrata, de 81 años, recuerda que llegó a conocer a Golda Meir, la primera mujer en liderar Israel, y destaca que durante su mandato Estados Unidos “volvió” a la escena internacional después de los años de aislacionismo de Donald Trump (2017-2021).
Por su parte, Trump argumenta que Estados Unidos nunca fue tan poco respetado, señalando una “invasión” de migrantes en un mundo, según él, “en llamas”, desde Ucrania hasta Oriente Medio.
Este es un resumen de sus posturas sobre temas importantes, a menos de cinco meses de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Apoyo a Ucrania
El presidente estadounidense lideró una coalición de países en apoyo a Ucrania después de la invasión rusa en febrero de 2022. En 2023, visitó personalmente Kiev.
Su estrategia consiste en oponerse al despliegue de tropas terrestres y en proporcionar un apoyo significativo al país para que pueda defenderse de la Rusia de Vladimir Putin, a quien califica de “tirano brutal”.
Por otro lado, el magnate de 78 años, quien previamente expresó admiración por Putin, utilizó su influencia sobre los republicanos en el Congreso para bloquear durante meses un paquete de ayuda militar de $61.000 millones para Kiev.
Finalmente, la medida fue aprobada.
Trump afirma que, si gana las elecciones, pondrá fin a la guerra. “Resolveré esto antes de asumir la presidencia. Lo resolveré. Tiene que parar”, declaró recientemente en un mitin. Además, añadió: “Putin nunca habría hecho eso conmigo”.
La guerra en Gaza, Irán
En la misma línea, Trump asegura que el ataque de comandos del grupo islamista palestino Hamás contra Israel no habría ocurrido si él estuviera al mando en la Casa Blanca. “Nunca habría habido un 7 de octubre en Israel, nunca”, afirmó en el mitin.
El conservador acusa a Biden de abandonar a Israel, a pesar de que el presidente mostró un apoyo casi inquebrantable desde el inicio de la guerra, aunque con reservas sobre la estrategia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Además, el presidente estadounidense ordenó por primera vez la participación directa de Estados Unidos en la defensa de Israel durante el ataque de Irán el 13 de abril.
Donald Trump acusa a Joe Biden de haber permitido que Irán, enemigo jurado de Estados Unidos, “se enriqueciera” a pesar de las sanciones.
Trump también rechazó el acuerdo nuclear entre las grandes potencias y Irán, firmado durante el gobierno de Barack Obama.
Rivalidad con China
En cuanto a China, ambos consideran al país como el principal rival estratégico de Estados Unidos. En algunos aspectos, Biden aplicó una política económica proteccionista similar a la de su predecesor.
El presidente demócrata aboga por estabilizar la relación con Pekín y gestionarla de manera “responsable”. En contraste, el republicano considera a China un enemigo y defiende una política más dura hacia el país asiático.
La OTAN
En este tema, el contraste es notable.
Biden se enorgullece de restablecer las alianzas de Estados Unidos, incluyendo dentro de la OTAN, mientras que Donald Trump menaza con retirarse de la organización.
Biden busca fortalecer la Alianza “más que nunca”, especialmente en respuesta a la invasión rusa de Ucrania. En cambio, Trump generó controversia al sugerir que alentaría a Vladimir Putin a “hacer lo que quiera” si un país miembro de la OTAN no cumple con sus compromisos financieros hacia la organización.
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Multilateral o unilateral
El primer mandato de Trump se caracterizó por su ruptura con acuerdos multilaterales como el Acuerdo Climático de París, la construcción de los primeros tramos de un muro en la frontera con México para detener la entrada de migrantes, la imposición de aranceles aduaneros, y reuniones con líderes condenados al ostracismo por la mayoría de los líderes mundiales, como el norcoreano Kim Jong Un.
En contraste, con Joe Biden ocurre exactamente lo opuesto: se fortalecen las alianzas de Estados Unidos, especialmente en Asia-Pacífico.
Kurt Campbell, un veterano de la diplomacia estadounidense y número dos del Departamento de Estado, resume la diferencia de enfoque de la siguiente manera: la administración de Biden está “decidida a trabajar con aliados y socios”, mientras que Trump es partidario del lema “Estados Unidos primero”.