México. EFE La joven mexicana Hilda López de la Cruz, de 22 años, fue absuelta por el Supremo Tribunal de Justicia de San Luis Potosí, centro de México, de la pena de un año de prisión a la que había sido condenada, por sufrir un aborto espontáneo en el 2009.
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“La Sala decidió mi inocencia y yo solo sé que soy inocente”, dijo el martes la joven, en una conferencia de prensa, en la capital mexicana en la que advirtió de que ahora “solo” se quiere dedicar a su familia y continuar con sus estudios.
La historia de esta joven de San Luis Potosí se remonta al 2009, cuando acudió al Hospital Básico del municipio de Tamuín, aquejada de dolores en el vientre.
Allí, explicó, la doctora le dijo que solo la atenderían si contestaba a las preguntas que le formulaban; acto seguido, la llevaron a la policía municipal semidesnuda.
Tras pasar una noche en las instalaciones de la Policía, la joven quedó en libertad “con reservas de ley” hasta que en el 2012 un juez de San Luis Potosí ordenó que la aprehendieran por haberse practicado un aborto, práctica ilegal en ese estado.
Hilda dijo que en ningún momento tuvo miedo e indicó que solo quería defenderse, demostrar que “había algo bueno en ella” y probar que no se puede juzgar a alguien por lo que otros dicen y ven sin pruebas sólidas, como fue su caso.
Falta de pruebas. La defensa de Hilda, a cargo del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), consiguió que, tras ser condenada a un año de prisión el pasado mes de abril, la joven fuese declarada inocente por el mencionado tribunal por falta de “pruebas en su contra” y porque “su confesión no bastaba para condenarla”.
El único elemento por el que la justicia de San Luis Potosí condenó a Hilda por el delito de aborto es la confesión que el personal médico obtuvo bajo intimidación cuando la joven presentó una hemorragia.
Alma Beltrán, coordinadora jurídica del GIRE, anunció que no se iba a demandar a nadie por este error judicial.
“La cuestión del error judicial corresponde a la reparación del daño; esa es la parte que seguiría al haber condenado el juez de primera instancia a Hilda sin pruebas y al haber revocado esa decisión”, explicó la abogada defensora de Hilda, Itzel Silva.
En ese sentido, la directora general de la asociación, Regina Tamés, anunció que del 2009 al 2011, al menos 679 mujeres fueron denunciadas en México por el personal de salud sin que existiesen pruebas en su contra.
“Es un incremento sustantivo en los últimos años en el país”, advirtió Tamés.
La despenalización, en el 2007, de la práctica del aborto durante las 12 primeras semanas de gestación en la capital mexicana, provocó el inicio de una contracampaña en los demás estados, en los que se elaboraron leyes que protegen la vida desde la concepción.
En casi todos los 32 estados de México la causa común para practicar un aborto es una violación.
Pero en algunos estados se ha afianzado en los últimos años la defensa del derecho a la vida en detrimento para las mujeres, impedidas de decidir sobre asuntos que atañen a su salud.