Tegucigalpa. El presidente Juan Orlando Hernández fue declarado vencedor de las elecciones de Honduras, en medio de hogueras de protesta de la oposición que lo acusa de dictador y de cometer un fraude para arrebatar la victoria a su adversario Salvador Nasralla.
Este abogado, de 49 años, cumplirá un segundo mandato consecutivo como presidente de Honduras, un empobrecido país centroamericano golpeado por la violencia.
Para sus opositores, Hernández pudo eludir la prohibición constitucional de la reelección gracias a su capacidad de cooptar los poderes del Estado, incluyendo la Justicia –que avaló su candidatura– y el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que proclamó su victoria electoral.
LEA MÁS: Oposición en Honduras convoca a protesta tras proclama de reelección de Hernández
El mandatario fue declarado reelecto en un momento de dolor por la muerte de su hermana Hilda, de 51 años, al estrellarse el sábado un helicóptero en el que viajaba junto a otras cinco personas contra una montaña cercana a la capital. No hubo sobrevivientes del siniestro.
Nacido el 28 de octubre de 1968, de una familia rural de clase media baja del departamento occidental de Lempira, JOH, como se le conoce popularmente por las siglas de su nombre, hizo una carrera meteórica en la vida pública hondureña.
Ingresó a la política en 1990 como asistente de su hermano Marco Augusto en la secretaría del Congreso y desde 1998 se mantuvo como diputado. Dirigió la campaña de las elecciones de 2009 que llevaron a la presidencia a Porfirio Lobo, bajo cuyo mandato ocupó la presidencia del Congreso.
Desde el Congreso promovió la destitución de cuatro de los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional por votar en contra de sus proyectos, entre los cuales figuraba la depuración de la policía. Los cuatro magistrados nombrados de relevo fueron los que posteriormente fallaron a su favor para permitir su actual reelección presidencial.
LEA MÁS: Tribunal Electoral de Honduras declara a Juan Orlando Hernández ganador de comicios
Desde la presidencia del Congreso (2010-2014) creó la Policía Militar de Orden Público (PMOP), con 5.000 efectivos seleccionados de batallones militares que, según la oposición, se ha convertido en un ejército personal del mandatario y cuenta con muchos privilegios.
Con la PMOP como punta de lanza, desde que asumió el 27 de enero del 2014, Hernández emprendió una ofensiva contra las pandillas que operan en las principales ciudades y promovió la extradición de al menos 17 capos de la droga a Estados Unidos.
Su gobierno también impulsó programas de compensación social conocidos como “vida mejor”, como la ‘bolsa solidaria’ de alimentos –una dádiva para comprar conciencias y votos, según los opositores–, y programas de techo digno, piso de cemento y otras mejoras para las familias más pobres.
Su gran apuesta es el proyecto ‘ciudades modelo’, cuestionado por promover la venta del territorio a compañías extranjeras que se encargarían de desarrollar estas ciudades.
LEA MÁS: Venezuela y Estados Unidos se enfrentan por elecciones en Honduras
De carácter afable, baja estatura, complexión atlética y dado a la práctica diaria del ejercicio físico, el presidente se autoproclama ‘indio pelo parado’, por su acostumbrado cabello de recorte militar. En la secundaria egresó como subteniente de infantería del Liceo Militar del Norte, en San Pedro Sula (norte).
Cuando empezó en el gobierno era dueño de un hotel, una radio y un canal de televisión en la comunidad de Gracias, departamento occidental de Lempira. Cuatro años después, es dueño de haciendas con ganado comprado en subastas de incautaciones hechas a los capos de la droga y es socio en otro tipo de negocios.
Hernández se graduó de abogado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y más tarde hizo en Nueva York una maestría en Administración Pública, de 1994 a 1995. Está casado con la abogada Ana García, con quien tiene cuatro hijos.