Washington. El Senado de Estados Unidos votó este viernes en contra de citar a nuevos testigos en el juicio político contra el presidente Donald Trump, en medio de una pugna entre los republicanos, que quieren terminar rápidamente con el proceso, y los demócratas, que buscan que comparezcan altos cargos.
El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, dijo que el proceso contra el presidente Donald Trump concluirá “en los próximos días”, después de que la Cámara Alta votó en contra de convocar a nuevos testigos.
El Senado votó por 51 a 49 en contra de los esfuerzos de los demócratas para que comparezcan el exasesor de Seguridad Nacional de Trump John Bolton y otros altos funcionarios, ya que dos republicanos se descolgaron de su bancada.
Los senadores díscolos fueron Susan Collins y Mitt Romney, quienes votaron con los 47 senadores demócratas.
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"Es una gran tragedia, una de las peores tragedias", se lamentó el jefe de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, que agregó que Estados Unidos va a recordar este día como un momento en que la Cámara Alta no estuvo a la altura de sus responsabilidades.
Los 100 senadores todavía se tienen que pronunciar sobre los dos cargos contra Trump: abuso de poder y obstrucción al Congreso, pero la Constitución estadounidense prevé que para destituir al presidente se necesita una mayoría de dos tercios (67 votos).
“America will remember this day unfortunately where the Senate did not live up to its responsibilities, where the Senate turned away from truth and went along with a sham trial”: Sen. Schumer speaks after Senate votes against allowing witnesses https://t.co/vwxdcibO1r pic.twitter.com/1oVLvOcE0a
— CBS News (@CBSNews) January 31, 2020
Con toda probabilidad Trump –el tercer presidente de la historia del país que enfrenta un juicio político– será absuelto de los cargos que le imputó la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata.
La única incógnita ahora es saber cuándo podrá Trump cerrar este episodio que divide a la clase política y a la ciudadanía.
El multimillonario, que lanzó su campaña para ser reelegido en las elecciones de noviembre, tiene prisa por dejar atrás el juicio.
Según sus allegados, espera ser absuelto antes de pronunciar su tradicional discurso sobre el estado de la Unión, el martes por la noche ante el Congreso.
Sin embargo, medios estadounidenses especulan con que el voto final podría tener lugar el miércoles.
"La mayoría del Senado de Estados Unidos determinó que los numerosos testigos y las más de 28.000 páginas de documentos que ya forman parte de la evidencia son suficientes para juzgar las acusaciones de los jefes de la Cámara y terminar con el juicio político", dijo McConnell.
A menos de 300 días de las elecciones presidenciales, los demócratas intentan sacar nuevas informaciones comprometedoras para el mandatario republicano y reclaman la comparecencia de varios de sus allegados.
‘Inapropido’
Los demócratas acusan a Trump de presionar a su homólogo de Ucrania para que investigara a Joe Biden, uno de sus posibles rivales en las presidenciales de noviembre, e incluso de haber congelado temporalmente la ayuda militar a Kiev para conseguirlo, mientras el país enfrenta un conflicto con separatistas prorussos en el este.
Luego de destapado el escándalo tras una acusación anónima, los demócratas acusan al mandatario de hacer todo lo posible por bloquear la investigación del Congreso, violando así la Constitución.
"Fue inapropiado que el presidente pidiera a un líder extranjero investigar a su rival político y retener ayuda de Estados Unidos para llevarlo a investigar", dijo el jueves Lamar Alexander. "Pero la Constitución no da al Senado el poder de destituir al presidente y vetarlo simplemente por acciones que no son apropiadas".
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Aprovechando su mayoría en la Cámara de Representantes, los demócratas imputaron a Trump el 18 de diciembre, dando inicio a su proceso de destitución.
La investigación se llevó a cabo en un clima bronco y dio lugar a intercambios muy tensos entre los representantes demócratas y republicanos.
El marco del juicio en el Senado, que está regido por estrictas reglas que penan incluso con la cárcel interrumpir el silencio del proceso, el tono del debate bajó, sin impedir que siguieran presentándose dos discursos contrapuestos.