“Si no fuera por ellos, estaríamos todos muertos”. La dramática frase es del actor francés Jean-Hugues Anglade, uno de los 556 pasajeros que viajaban en el tren atacado el 21 de agosto por Ayoub El Khazzani, un hombre de 26 años relacionado con el islamismo radical.
Anglade se refería a tres jóvenes estadounidenses y un ciudadano británico, cuya reacción conjunta evitó “una auténtica masacre”, como lo reseñó la prensa mundial en ese momento.
Los militares Alex Skarlatos y Spencer Stone y el amigo de ambos, Anthony Sadler, estaban de vacaciones en Europa cuando aconteció el incidente que, se ha insistido, pudo haber tenido consecuencias inimaginables.
Todos viajaban como pasajeros en el tren Thalys en la ruta Amsterdan-París durante un viaje turístico por Europa. Ahí mismo se encontraba el británico Chris Norman, de 62 años.
Y también lo hacía Ayoub El Kahzzani, quien había abordado en Bruselas, solo que con intenciones muy diferentes a los del resto de los pasajeros.
El supuesto terrorista llevaba consigo un kalashnikov, nueve cargadores, una pistola automática y un cúter y cuando decidió atacar, logró herir a tres personas.
La rápida reacción de los cuatro hombres ya mencionados logró neutralizar y detener al atacante.
En el enfrentamiento, la peor parte la llevó Stone, quien fue herido de gravedad y debió ser hospitalizado, mientras sus socios en la osadía, los viajeros del tren y miles de personas en el mundo, oraban por su sobrevivencia.
La gran ironía es que este miércoles Stone fue apuñalado en California en medio de una refriega callejera al salir de un bar.
Versiones de testigos aseguraban al cierre de esta edición, el pasado jueves, que el joven piloto de 23 años sufrió las heridas al intentar defender a una joven que estaba siendo víctima de acoso.
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La Fuerza Aérea, a la que pertenece Stone, confirmó el jueves que este fue herido y transportado a un hospital, pero que “su estado es estable”. Las declaraciones fueron hechas ante diversas agencias por el coronel Christopher Karns.
Si bien Stone sufrió heridas de gravedad y se temió por su vida durante el incidente en Francia, lo ocurrido este miércoles no anduvo lejos de ese escenario.
De acuerdo con la agencia AFP, “el joven salía de un bar, rodeado de amigos en estado de ebriedad, y trató de defender a una joven que estaba siendo acosada”.
Según el diario local Sacramento Bee , el personal médico que recogió a Stone en la calle “pensó inicialmente que no sobreviviría al apuñalamiento”.
Casta de héroe
Días después de su gesta en el tren, Stone contó en una conferencia en la embajada estadounidense en París cómo fue que él, sus amigos y el ciudadano británico evitaron una potencial catástrofe.
Narró que el atacante, con un fusil de asalto sujeto a su pecho desnudo, estaba “listo para pelear hasta el final”. Y agregó: “ Solo que nosotros también”.
Junto con Anthony Sadler, uno de sus compañeros en la peligrosa aventura, dijo que tuvieron la impresión de que el terrorista no era muy ducho en el manejo de armas.
En aquella ocasión la prensa destacó que Stone, aún con las huellas de las serias heridas que sufrió , se despojó de cualquier ínfula de heroísmo y más bien se mostró muy humilde, narrando lo ocurrido con naturalidad.
Él estaba despertando de una siesta cuando apareció el agresor. “Oímos un disparo y un estallido de cristales. Después, llegó un empleado del tren corriendo por el pasillo, perseguido por un hombre armado”.
Skarlatos, su compañero militar de 22 años y quien recién volvía de una misión en Afganistán, le tocó el hombro. No titubearon. “Vamos”, se dijeron.
Spencer Stone saltó entonces sobre el agresor, le hizo una llave para inmovilizarle y le mantuvo apretado contra él. El joven americano se cayó entonces para atrás, intentando sujetar al tirador, que volcó toda su fuerza contra el militar.
“No sé ni dónde pegaba”, afirmó Skarlatos. “Lo golpeamos en la cabeza hasta que quedó inconsciente”, añadió.
Para el momento en que Stone sangraba profusamente fue cuando intervino Norman, el británico de más edad y quien es profesor de rugby. “Estaba a diez metros. Era normal que fuera a ayudarle”. Norman sujetó el brazo del presunto terrorista y, en ese momento, Skarlatos le cogió el fusil kalashnikov y vació las balas.
Fue entonces cuando la atención se concentró en las heridas de Stone en el cuello, rostro y mano.
Muchos auguraron lo peor en vista de la gran cantidad de sangre que había perdido antes de ser trasladado al hospital.
El nuevo incidente
De acuerdo con la policía californiana, los sospechosos del ataque de esta semana son dos adultos asiáticos que lucían camisetas y jeans.
“Se trata de un incidente lamentable entre personas que disfrutaban de la vida nocturna en Sacramento”, manifestó en una conferencia de prensa Ken Bernard, sheriff adjunto de esa ciudad.
Bernard subrayó que no se trató “de un caso de terrorismo ligado en forma alguna a lo ocurrido en Francia”.
Stone se encontraba acompañado de otras cuatro personas, tres mujeres y un hombre, según las autoridades. Una controversia verbal que se inició dentro del bar se trasladó “luego a la calle (...) donde se transformó en violencia física” , explicó Bernard.
“Una joven estaba siendo acosada y él (Stone) se involucró” , señaló a la AFP una fuente próxima a la investigación que pidió mantener el anonimato.
Y entonces sobrevino el ataque. Uno de los involucrados sacó un cuchillo y se lo enterró repetidamente, según la policía.
El destino da giros inexplicables y eso es consabido, pero aún así siguen sorprendiendo sus vericuetos.
Apenas hace mes y medio, el 24 de agosto pasado, Spencer Stone, sus dos amigos y el ciudadano británico recibían la Legión de Honor, el mayor reconocimiento civil de Francia, de manos del presidente François Hollande. Stone recibió además la medalla del aviador, la mayor distinción concedida a un miembro de la Fuerza Aérea “por un acto de valentía fuera de situación de combate”.
Semanas más tarde, el mandatario estadounidense hizo lo propio al recibirlos en la Casa Blanca como un reconocimiento por su heroísmo.
El presidente Barack Obama los recibió en la Casa Blanca y dijo de ellos que “representan lo mejor de Estados Unidos y del carácter estadounidense” .
Habrá que ver cómo evoluciona el estado de salud del combativo militar quien, de seguir así, pronto inspirará más de un guion de Hollywood. Si es que no lo hizo ya.