Pekín. Kim Jong-un afirmó estar a favor de “la desnuclearización” de la península coreana y confirmó la perspectiva de una cumbre con el presidente estadounidense, Donald Trump, durante una visita histórica del dirigente norcoreano a China.
Tras un día y medio de incertidumbre, la agencia de prensa oficial china Xinhua confirmó el miércoles en la madrugada (hora local) la visita a Pekín de Kim Jong-un, su primer viaje al extranjero desde que asumió el poder, donde se entrevistó con el presidente chino, Xi Jinping.
Una visita que duró desde el domingo hasta el miércoles. “Sin duda, mi primera visita al extranjero (debía ser) a la capital china”, dijo Kim, según unas declaraciones difundidas por la agencia de prensa oficial norcoreana KCNA. “Es mi deber solemne”, agregó.
Además, Kim confirmó estar dispuesto a reunirse con Donald Trump, tras varios meses de amenazas de guerra entre ambos países a raíz del programa nuclear norcoreano. Esta cumbre fue anunciada por fuentes surcoreanas y estadounidenses, pero no fue confirmada por ninguna fuente norcoreana.
Según Seúl, la reunión podría celebrarse a finales de mayo, aunque no se anunciaron ni el lugar ni la fecha exacta del encuentro.
Corea del Norte “está dispuesta a tener un diálogo con Estados Unidos y celebrar una cumbre entre ambos países”, informó Xinhua, citando a Kim Jong-un.
El líder norcoreano, que en los últimos años llevó a cabo una serie de ensayos nucleares y disparos de misiles capaces de alcanzar Estados Unidos, se pronunció además a favor de la desnuclearización de la península coreana.
“Nuestra posición constante es estar comprometidos a favor de la desnuclearización de la península coreana, conforme a la voluntad del expresidente Kim Il-sung y del exsecretario general Kim Jong-il”, predecesores -y abuelo y padre respectivamente- de Kim Jong-un, reseñó la agencia china.
La televisión pública china CCTV retransmitió imágenes de Kim y de Xi estrechándose la mano delante de banderas de ambos países, acompañados de sus esposas. La reunión tuvo lugar en el Palacio del Pueblo, el inmenso edificio que bordea la plaza Tiananmen.
Luego se celebró un banquete, durante esta visita “no oficial”, según Xinhua. Xi y su invitado, vestido con traje Mao de color gris, escucharon los himnos de ambos países y pasaron revista a las tropas, según las imágenes de la televisión china.
La visita fue revelada el lunes por la noche por medios japoneses, que afirmaban que un alto dirigente norcoreano había llegado en tren a Pekín, sin poder precisar si se trataba de Kim Jong-un.
En ese momento, los medios de comunicación chinos no confirmaron la noticia, aparentemente esperando a que Kim hubiera regresado a su país.
“Mantuve conversaciones exitosas con (el presidente) Xi Jinping sobre las relaciones entre los dos partidos y los dos países, nuestras respectivas situaciones internas, el mantenimiento de la paz y la estabilidad en la península coreana y otros asuntos”, declaró Kim durante el banquete que le ofreció el presidente chino, según la agencia Xinhua.
Xi Jinping alabó la amistad entre ambos países, forjada durante la guerra de Corea (1950-1953).“Se trata de una elección estratégica y de la única buena elección tomada por ambos países, acorde a la historia y a la realidad”, declaró.
Por su parte, Xi aceptó una invitación para visitar Corea del Norte, señaló la agencia norcoreana.
La visita del dirigente norcoreano a Pekín ha supuesto un espaldarazo para la diplomacia china, que pudo parecer marginada cuando se anunció la cumbre de Kim y Trump.
El gobernante norcoreano no se había reunido con el presidente chino desde que sucedió a su padre, Kim Jong-il, hace seis años.
En los últimos años, las relaciones bilaterales se habían tensado a causa del creciente apoyo de Pekín a las sanciones económicas de la ONU, destinadas a poner freno a los programas balístico y nuclear de Pionyang.
Antes de su encuentro con Donald Trump, Kim Jong-un prevé reunirse con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, a finales de abril en al zona desmilitarizada que separa ambos países.