Madrid. Los líderes del G20 en Roma empezaron la segunda jornada de la cumbre con una foto familiar en la Fontana de Trevi para después trasladarse al centro de congresos de Nuvola y proseguir con las negociaciones para alcanzar un acuerdo en firme que ponga límite a las emisiones de dióxido de carbono.
Los líderes del G20 llegaron a las 9:30 a.m. (hora local) al emblemático monumento y dispusieron en fila para lanzar la moneda como es parte de la tradición. La canciller alemana, Angela Merkel, tocó además el agua de la fuente.
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Sin embargo, dos de los ausentes fueron el presidente de Estados Unidos, Joe Biden y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que —según las previsiones— darán una conferencia conjunta después de que Estados Unidos y la UE acordasen levantar aranceles al acero y aluminio. El convenio incluye un volumen de metales europeos que entrarán libres de impuestos a Estados Unidos, mientras que el bloque eliminará los aranceles a productos como whisky y motocicletas.
El sábado, los líderes concluyeron su primera jornada con una cena de gala en el Palacio del Quirinal, invitados por el presidente italiano, Sergio Matarella, que les instó —según reporta el diario La Reppublica— a alcanzar un acuerdo para reducir las emisiones porque “el mundo” le está mirando.
El cambio climático es uno de los temas centrales de esta cita qué sirve de antesala para la COP26 de Glasgow (Escocia). De hecho, muchos de los líderes presentes en Roma viajan este domingo a la nueva cita con la presión del último informe del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos IPCC de agosto que pone blanco sobre negro al evidenciar por ejemplo, que la subida actual de 1,1 grados de la temperatura ya está afectando en muchos fenómenos climáticos extremos en todo el mundo.
El informe también destaca que uno de los límites que marcó el Acuerdo de París del 2015 para final de siglo no se podrá respetar ya que inevitablemente la temperatura superará la marca de 1,5 °C en los próximos 20 años. Si no se hiciera nada, al ritmo actual de emisiones la temperatura llegaría a un aumento de 4,4 grados a final de siglo.
Ninguna de las principales economías del mundo, incluidas todas la del G20, tiene un plan climático que cumpla con sus obligaciones en virtud del Acuerdo de París del 2015, según el análisis publicado por el organismo de control Climate Action Tracker (CAT). El estudio analizó las políticas de 36 países, así como los 27 países de la Unión Europea, y descubrió que todas las principales economías estaban fuera de camino para contener el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Los países del G20 juntos representan el 80% de las emisiones mundiales.
Según los expertos, para hacer frente al cambio climático es necesario combatirlo en varios escenarios simultáneos que pasan por el freno de la deforestación forestal, la mayor utilización de energías limpias, pero sobre todo la reducción en bloque del uso de combustibles fósiles.