Nusa Dua. Los dirigentes de las principales economías mundiales empezaron a llegar el domingo a la isla indonesia de Bali para la cumbre del G20, que tendrá como aperitivo el primer encuentro bilateral como presidentes del estadounidense Joe Biden y el chino Xi Jinping.
El Air Force One del dirigente estadounidense aterrizó poco antes de las 10 p. m. locales en el aeropuerto internacional de Denpasar procedente de Camboya, donde participó en otra cumbre de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN).
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Desde la capital camboyana, Phnom Penh, Biden aseguró que el encuentro buscaba establecer las “líneas rojas” en unas relaciones cada vez más espinosas con China. El dirigente estadounidense aseveró que llegaba a esta reunión como un presidente “más fuerte” después del inesperado éxito del Partido Demócrata en las elecciones de medio mandato celebradas esta semana.
Enfrente tendrá a un Xi también más reforzado después de obtener el mes pasado un histórico tercer mandato al frente del gigante asiático, que lo consolida como el dirigente chino más poderoso desde Mao Zedong.
Y en la mesa se encontrará múltiples disputas: desde la rivalidad comercial hasta la cuestión de los derechos humanos en China, pasando por el estatus de Taiwán. Biden espera “salir del encuentro con áreas en las que los dos países y los dos presidentes y sus equipos pueden trabajar de forma cooperativa”, dijo su asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
Putin se ausenta
La reunión bilateral entre los líderes de las dos mayores potencias del mundo precederá a la primera cumbre pospandémica de este bloque que representa más del 80% del PIB mundial y del 75% del comercio internacional. Indonesia acogerá 17 jefes de Estado y de gobierno, pero con la ausencia clave del presidente ruso, Vladimir Putin, quien envió a su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov.
El Kremlin argumentó motivos de agenda, pero la decisión permite proteger a Putin de la crítica y el ostracismo de los países occidentales por la guerra en Ucrania que, pese a no estar en la agenda, dominará el encuentro. La invasión desencadenó una subida de precios de la alimentación y la energía que afectó sin distinción a ricos y pobres en el G20.
Como país huésped, Indonesia se mostró neutral invitando tanto a Putin como al presidente ucraniano Volodimir Zelenski, que participará por videoconferencia. Pero todos los encuentros previos terminaron sin comunicado conjunto debido a estas discrepancias geopolíticas y las esperanzas de revertir la tendencia en la cumbre de líderes son escasas. “Honestamente, creo que la situación global nunca ha sido tan compleja”, reconoció un ministro del gobierno indonesio, Luhut Binsar Pandjaitan.
Escasa presencia latinoamericana
El presidente argentino Alberto Fernández, que llegará el lunes procedente del Foro de París sobre la Paz, dijo que quería promover en Bali el diálogo entre Moscú y Kiev para terminar la “indecencia” de la guerra. El diálogo es “entre Ucrania y Rusia”, pero la solución debe ser global y fuera de la lógica de bloques, destacó en rueda de prensa. “Quiero que Argentina esté sentado en esa mesa de resolución”, agregó.
El argentino se reunirá con Xi Jinping, por segunda vez este año, y con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, con quien quiere abordar la cuestión de los “sobrecargos” de la deuda. Fernández será el único líder latinoamericano en la cumbre por las ausencias del brasileño Jair Bolsonaro, que en enero cederá la presidencia a Luiz Inácio Lula da Silva, y del mexicano Andrés Manuel López Obrador, poco dado a estos foros internacionales.
Los dos estarán representados por sus ministros de Relaciones Exteriores. “El G20, si bien en algunas ocasiones en el pasado ha tomado relevancia para los países de la región, históricamente no ha jugado un rol importante” en Latinoamérica, indicó a la AFP Parsifal D’Sola, director del Centro de Investigación Chino Latinoamericano de la Fundación Andrés Bello.
“Incluso durante periodos donde los países miembros han tenido mayor actividad internacional, no ha sido un foro representativo para temas de índole latinoamericana”, añadió este analista.