Santo Domingo. El presidente Luis Abinader emerge como el principal contendiente para alcanzar la victoria en los comicios del próximo domingo en la República Dominicana. Su creciente popularidad se fundamenta en su gestión económica, su manejo de la pandemia y, de manera destacada, en su enérgica política respecto a Haití.
Más de 8 de los 11 millones de dominicanos están convocados a las urnas en estas elecciones generales, donde se designarán simultáneamente los 190 diputados y los 32 senadores del Congreso.
Abinader, de 56 años y aspirante a un segundo mandato de cuatro años, se posiciona como el favorito entre los nueve candidatos, contando con el respaldo del 60% de las intenciones de voto según el último sondeo realizado por Gallup, reconocida encuestadora costarricense considerada por analistas locales como una de las más fiables. Le siguen el expresidente Leonel Fernández (1996-2000; 2004-2008 y 2008-2012), con el 25%, y Abel Martínez, con el 13%.
De acuerdo con los datos de esta encuesta, Abinader tiene posibilidades de asegurar su reelección este domingo si alcanza el 50% más uno de los votos. En caso contrario, se celebraría una segunda vuelta el 30 de junio.
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“Abinader avanza hacia una reelección cómoda”, afirmó a esta agencia la politóloga dominicana Rosario Espinal. “Ha sabido implementar medidas que le han granjeado apoyo para la reelección: los subsidios, el incremento del empleo, y la política migratoria respecto a Haití”.
Efectivamente, su postura en relación con Haití recibió sólido respaldo, según las encuestas. Desde su llegada al poder, Abinader intensificó las operaciones de control migratorio, erigió un muro en partes de la frontera y restringió la migración desde el país vecino, el cual enfrenta una crisis política y humanitaria crónica, exacerbada por la violencia perpetrada por las pandillas que dominan gran parte de su territorio.
“Es un tema que le ha generado apoyos”, comentó Espinal.
Sin embargo, no es un asunto que genere división: los candidatos coinciden en respaldar las deportaciones hacia Haití, que superaron las 250.000 en 2023, y en incrementar las medidas de seguridad en la frontera.
“Seguiremos deportando a quienes se encuentren en el país de forma ilegal”, manifestó Abinader durante un debate hace tres semanas. “Tenemos ese derecho”, coincidió Fernández. Ambos criticaron las presiones internacionales para que la República Dominicana acoja a refugiados haitianos.
‘¡Volveremos a ganar!’
Santo Domingo y numerosos pueblos de provincia están inundados de propaganda electoral en vallas, muros y viviendas. Abinader y Fernández lideran mítines con cientos de seguidores coreando consignas y bailando al ritmo del merengue dominicano.
“¡Volveremos a ganar!”, entonaba el equipo de campaña de Abinader, que insta a “asegurar” la victoria, mientras que el “presidente del progreso”, como se hace llamar Fernández, proclama que el domingo “habrá sorpresas”.
La gestión de Abinader cuenta con una aprobación del 70%, según Gallup, que resalta que un 47,5% percibe que “las cosas” en el país “van por buen camino” y un 40% considera que la situación económica “ahora está mejor”.
“Estabilizar un país no es tan fácil y ponerlo a funcionar correctamente tampoco es tan fácil, eso lleva tiempo”, expresó a esta agencia Genry Pérez, un transportista de 30 años. “Por eso la población quiere darle una oportunidad a Abinader”, aseguró.
Fernández acusa al gobierno de manipular los indicadores económicos. “Este gobierno se ponchó (fracasó)”, repite el exmandatario, utilizando la jerga del béisbol. Abinader le batea de vuelta: se felicita de su política económica y del “mejor manejo” que hizo de la pandemia de COVID-19.
Abinader destaca los logros económicos de su administración: menciona un alto crecimiento, una inflación “dentro del rango” y un bajo desempleo. El Banco Mundial proyecta un incremento del 5% del PIB al cierre del año, al igual que el FMI, que destaca el “potencial” del país “para convertirse en una economía avanzada” en las próximas décadas.
Además, Abinader insiste en que votar por Fernández es “volver” a la corrupción, problema que prometió combatir desde su primera campaña.
Las encuestas sugieren que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) de Abinader obtendrá la mayoría de los escaños en el Congreso. Esta agrupación política ya dominó en 120 de 150 alcaldías en los comicios municipales de febrero, considerados un termómetro de cara a las elecciones generales.
La Constitución permite la reelección consecutiva para un segundo mandato de cuatro años y la posibilidad de volver a competir por el cargo luego de un período intermedio.