París. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó este miércoles a los partidos franceses a buscar “compromisos” para asegurar la gobernabilidad del país, tres días después de unas elecciones legislativas que lo privaron de una mayoría absoluta y revelaron un paisaje político fragmentado.
“Tendremos que alcanzar compromisos (...), pero hacerlo en total transparencia, a cielo abierto por así decirlo, con una voluntad de unión y de acción por la nación”, aseguró el mandatario centrista durante un corto mensaje televisivo. El líder galo rompió el silencio que mantenía desde el domingo y reconoció la existencia de “fracturas” que, según dijo, obligan al conjunto de los grupos políticos a “aprender a gobernar y legislar de una manera diferente”.
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Tras realizar consultas con los líderes de los demás partidos, descartó la formación de un gobierno de unión nacional, pero subrayó que “ninguna fuerza política puede hoy hacer las leyes sola”. “Para avanzar de manera útil, corresponde ahora a los grupos políticos decir con total transparencia hasta dónde quieren llegar”, insistió.
Macron fue reelegido en abril para un segundo mandato de cinco años, ante la ultraderechista Marine Le Pen. Pero en las legislativas de este mes no consiguió conservar la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (cámara de diputados). Su coalición, ¡Juntos!, obtuvo 245 de los 577 escaños, 44 menos que los necesarios para gobernar sin necesidad de aliados.
El resto del hemiciclo se reparte principalmente entre la alianza de izquierda Nupes (Nueva Unión Popular Ecologista y Social), que tiene cerca de 150 escaños, la extrema derecha de Agrupación Nacional (RN, de Le Pen), que ostenta 89, y la derecha tradicional de Los Republicanos (LR) con 61 legisladores. Esa fragmentación fue de par con una elevada abstención, de 53,77%, en la segunda vuelta de las legislativas, el domingo pasado.
Durante su primer mandato, Macron fue muy criticado por la oposición por ejercer el poder de forma vertical —de forma “jupiteriana”— en las numerosas crisis que tuvo que enfrentar, entre ellas la del movimiento de protesta de los “Chalecos amarillos”. Macron rechazó el martes la dimisión de la recién nombrada primera ministra Elisabeth Borne, considerada de perfil técnico.
Sin gobierno de unidad
En su discurso del miércoles, el mandatario francés excluyó la formación de un gobierno de unión nacional, tras realizar consultas con los dirigentes de las formaciones representadas en el Parlamento. De hecho, ningún dirigente opositor se dijo favorable a una iniciativa de ese tipo.
El líder de la Nupes, Jean-Luc Mélenchon, afirmó tras la intervención televisiva que “el poder ejecutivo es débil, pero la Asamblea Nacional tiene la legitimidad de su reciente elección” y consideró “vano disolver la realidad del voto difuminándola con consideraciones y llamamientos de todo tipo”.
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Reiteró además su pedido de que la primera ministra Borne pida un voto de confianza al parlamento y que renuncie en caso de que no lo consiga. El presidente interino de RN, Jordan Bardella, consideró positivo que “Emmanuel Macron se muestre un poco menos arrogante” y añadió que la bancada del partido ultraderechista tendrá una postura “firme pero constructiva”.
Macron realizó sus consultas antes de una serie de compromisos internacionales a partir del jueves, que incluyen una cumbre de la Unión Europea (UE) para debatir si se le otorga a ucrania, en guerra con Rusia, el estatuto de candidato a adherir al bloque.