Caracas. El presidente Nicolás Maduro anunció el lunes que a partir del 11 de setiembre arrancará la venta de pequeñas láminas de oro a los venezolanos como parte de un plan para promover el ahorro en Venezuela, país azotado por la alta inflación e ínfimas opciones de inversión.
Lo anterior está dirigido a los trabajadores y pensionados entre otros mediante la venta de pequeños lingotes de hasta 2,5 gramos que estarán certificados por el Banco Central de Venezuela (BCV) , indicó el mandatario en un acto de gobierno transmitido en cadena de radio y televisión. El ahorro en este país suramericano es virtualmente inexistente por la sostenida pérdida del valor de la moneda venezolana.
Presidente Nicolás Maduro anuncia plan nacional de ahorro en oro https://t.co/36GooF6spH
— teleSUR TV (@teleSURtv) August 27, 2018
En miras a los nuevos planes de recuperación económica del país suramericano, el presidente Nicolás Maduro anunció importantes consideraciones para el crecimiento de la nación pic.twitter.com/pYQsWaadQx
Según dijo, el lingote de 2,5 gramos tendrá un costo de 5.837 bolívares soberanos -unos $95,89 a la tasa oficial del mecanismo de subasta, conocido como DICOM y que ahora es la única tasa de cambio oficial-. La pieza de 1,5 gramos, en tanto, se venderá en 3.837 bolívares soberanos (unos $63,03).
“La idea es que el ciudadano pueda tener acceso a ese dinero” cuyo valor se sostendría en el tiempo, “para una cuota inicial de un apartamento, para comprar un carro, para un negocio, como debe ser”, manifestó.
Esta iniciativa de ahorro en oro es parte de un nuevo plan económico destinado a enfrentar la galopante inflación, la merma de los ingresos del gobierno y la debacle económica que ha derivado en una migración masiva de venezolanos en busca de un futuro mejor, entre otras penurias.
La inflación este año podría cerrar el año en un millón por ciento, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Como parte del plan, la semana pasada entró en vigencia una reforma monetaria que contempló la eliminación de cinco ceros al bolívar con miras a combatir la inflación y la escasez de billetes en el país.
En Venezuela rige un férreo control de cambio y precio desde el 2003, pero la tasa de cambio en el mercado negro -donde la divisa estadounidense se negociaba casi diez veces al valor de la tasa del DICOM- se ha convertido en el referente de los precios de numerosos productos, generando presiones adicionales sobre la inflación y ha erosionado el ahorro en Venezuela.
Maduro también anunció el incremento del salario mínimo a partir del 1.° de setiembre en más de 3.000%, elevó los impuestos a las empresas y anunció que próximamente elevará los precios de la gasolina a niveles internacionales para resolver las distorsiones económicas que provoca, ya que es la más barata del mundo y esto estimularía el contrabando del combustible hacia países vecinos como Colombia e islas del Caribe oriental.