Teherán. La Policía dispersó el sábado con gases lacrimógenos a los jóvenes que protestaban contra el poder en Teherán después de que el Gobierno advirtió contra las “manifestaciones ilegales”, en el tercer día de marchas contra las dificultades económicas y el Ejecutivo iraní.
Por la noche, se cortó el acceso a Internet desde celulares, al menos en Teherán, constataron periodistas de la AFP.
Durante el día, decenas de estudiantes se concentraron este sábado ante la entrada principal de la Universidad de Teherán para protestar contra el gobierno, antes de que las fuerzas de seguridad los dispersaran con gases lacrimógenos.
Cientos de estudiantes progubernamentales se movilizaron más tarde para tomar el control del lugar, según videos publicados en redes sociales y en la prensa.A última hora de la tarde, cientos de personas se manifestaban en otras partes del barrio de la universidad, gritando lemas contra el régimen, hasta que la Policía antidisturbios acudió a dispersarlas.
La agencia Mehr, próxima a los conservadores, publicó en el sistema de mensajería encriptada Telegram -que utilizan 25 millones de iraníes- unos videos en los que aparecían unos manifestantes atacando la alcaldía del distrito 2 de Teherán y volcando un coche de la Policía.
Otros medios informaron de contenedores incendiados y otros actos vandálicos en Teherán.
En otras grabaciones difundidas en Telegram por cadenas establecidas en el extranjero y vinculadas con la oposición, aparecían miles de manifestantes gritando “muerte al dictador” en protestas presuntamente ocurridas en ciudades como Jorramabad, Zanjan o Ahvaz, en el oeste.
Según estas fuentes, varias personas habrían sido abatidas a balazos en la provincia de Lorestan (oeste) en enfrentamientos con las autoridades.Sin embargo, no se pudo verificar la autenticidad de los videos y los medios no informaron de protestas el sábado en otras ciudades aparte de Teherán.
En Twitter, el ministro de Telecomunicaciones, Mohammad-Javad Jahormi, acusó a Telegram -muy popular en Irán- de animar el “levantamiento armado”.
El director de Telegram, por su parte, anunció el cierre de la cadena Amadnews -que tiene casi 1,4 millones de abonados- por haber incitado a la “violencia”.
Anteriormente, el ministro iraní de Interior, Abdolreza Rahmani Fazli, había pedido “a la población que no participe en manifestaciones ilegales, ya que se crearán problemas a sí mismos y a otros ciudadanos”.
El jueves y el viernes, cientos de iraníes salieron a las calles en una decena de ciudades en protestas contra el régimen y las dificultades económicas. Aunque el número de participantes fue limitado, fue la primera vez desde el 2009 en la que tantas ciudades acogieron protestas sociales.
Por otra parte, el Gobierno movilizó este sábado a decenas de miles de personas en varias ciudades para celebrar el aniversario del fin de “la sedición”, las protestas antigubernamentales del 2009 tras unas disputadas elecciones en las que salió reelegido Mahmud Ahmadineyad.
Sí hay protestas
La televisión pública informó por primera vez este sábado de las protestas y consideró necesario escuchar “las reivindicaciones legítimas” de la población, aunque acusó a los medios y los grupos “contrarrevolucionarios” en el extranjero de aprovecharse de las manifestaciones.
Decenas de personas fueron detenidas desde el jueves, aunque la mayoría ya fueron liberadas, según la televisión.
La Policía intervino en determinadas ciudades con cañones de agua.
Estados Unidos condenó los arrestos y su presidente, Donald Trump, afirmó el sábado en un tuit que “los regímenes opresivos no pueden durar siempre”.
Many reports of peaceful protests by Iranian citizens fed up with regime’s corruption & its squandering of the nation’s wealth to fund terrorism abroad. Iranian govt should respect their people’s rights, including right to express themselves. The world is watching! #IranProtests
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 30, 2017
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní defendió que “el pueblo iraní no le da ningún valor [...] a las declaraciones oportunistas” de Washington.
“Señal de alarma para todo el mundo”, tituló este sábado el diario reformista Arman, mientras que se multiplicaban los llamados al gobierno para tomar medidas con las que solucionar los problemas económicos del país.
La promesa de relanzar la economía, debilitada por las sanciones internacionales, estuvo en el centro de la campaña presidencial de Hasán Rohaní, un religioso moderado reelegido en mayo.
A pesar del levantamiento de algunas sanciones tras el acuerdo sobre el programa nuclear iraní, y de que se limitó la inflación a alrededor de 10%, la tasa de desempleo en Irán sigue siendo alta (12%, según cifras oficiales).
Hesamodin Ashena, consejero cultural del presidente Rohaní, consideró en Twitter que, en vista de “los grandes desafíos” a los que se enfrenta el país, “el desempleo, los altos precios, la corrupción”, la gente “tiene derecho a que se oiga su voz”.