Caracas. “Garantías, salvoconductos e incentivos” es la oferta que la líder opositora María Corina Machado pone sobre la mesa a Nicolás Maduro para una “transición negociada” del poder, en medio de su denuncia de fraude y certeza de la victoria de la oposición.
Desde la clandestinidad, a la que pasó desde la semana pasada por temor a su vida, Machado respondió por notas de voz a un cuestionario enviado por esta agencia a través de su equipo.
La líder opositora habla de una “negociación para la transición democrática”, que “incluye garantías, salvoconductos e incentivos para las partes involucradas, en este caso el régimen que fue derrotado en esa elección presidencial”.
“Estamos decididos a avanzar en una negociación”, insiste la dirigente de 56 años. “Será un proceso de transición complejo, delicado, en el cual vamos a unir a toda la nación”.
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El Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado de tener línea oficialista, proclamó vencedor a Maduro con 52 % de los votos, aunque no publicó el detalle del escrutinio alegando que su sistema fue jaqueado.
La oposición asegura que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó la elección con el 67% de los votos y presenta como prueba un sitio web con copias de más del 80 % de las actas escaneadas.
El chavismo lo desestima y dice que es forjado. El presidente pide a la corte suprema que “certifique” los comicios, un proceso que la oposición y académicos consideran improcedente.
“Maduro perdió completamente, absolutamente, la legitimidad”, insiste Machado. “Todos los venezolanos y el mundo saben que Edmundo González ganó de manera arrolladora y que Maduro pretende imponer el fraude más grande de la historia de este país. Pero no lo va a lograr”.
“Yo me siento profundamente orgullosa de lo que hemos hecho, de lo que hizo la sociedad venezolana, superando todos los obstáculos en la elección más desigual y arbitraria en cuanto a los abusos y atropellos del régimen”, añade.
‘Soberanía popular’
Machado asumió el liderazgo de la oposición mayoritaria cuando en octubre pasado arrasó en las primarias para enfrentar a Maduro.
Pero una inhabilitación política le impidió participar. González Urrutia, un diplomático de 74 años desconocido hasta ese momento, fue inscrito in extremis entre obstáculos a otras opciones. “Somos un equipo, un bloque indisoluble”, sostiene Machado, que fue cerebro y rostro de la campaña opositora.
González Urrutia lleva más de una semana sin aparecer en público pero no dijo si está en la clandestinidad. “Está trabajando durísimo todos los minutos del día en lograr mayores respaldos y avanzar en los procesos dentro y fuera del país necesarios para hacer valer su elección como presidente”, asegura Machado.
La reelección de Maduro fue cuestionada por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina. Brasil, Colombia y México, con gobiernos de izquierda que impulsan un acuerdo entre las partes, insisten en la necesidad de publicar un escrutinio detallado.
“Las fuerzas internacionales son corresponsables de lo que ocurre en Venezuela”, señala Machado. “Es la hora que todos los gobiernos del mundo eleven su voz en contra de la represión y reconozcan la victoria de Edmundo González el domingo 28 de julio, y al mismo tiempo le hagan entender a Maduro que su mejor opción es una transición negociada”.
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Anunciado el resultado, estallaron protestas que dejaron al menos 24 muertos, según organizaciones de derechos humanos, y más 2.200 detenidos, de acuerdo con el propio Maduro, que alistó dos cárceles de máxima seguridad para encerrarlos.
“Todos los venezolanos temimos por nuestra libertad y por nuestra vida, todos”, confiesa. “Y estoy indignada con esta reacción brutal del régimen, pero estoy también serena y segura de que vamos a hacer valer la soberanía popular y que la verdad va a prevalecer”.
Y desestima la declaración de “lealtad absoluta” a Maduro del alto mando militar, al asegurar que muchos militares encargados de la custodia de centros de votación apoyaron la recolección de actas para su sitio web.
“A Maduro lo único que le queda en este momento es atrincherarse alrededor de la generación de violencia y miedo, por una parte, y de un grupo muy reducido de militares de alto rango que no representan la aspiración de la inmensa mayoría de nuestras Fuerzas Armadas Nacionales”, sostiene.
“Estoy absolutamente convencida de que la inmensa mayoría de los ciudadanos militares, así como de los cuerpos policiales, anhelan un cambio a una Venezuela donde exista justicia, oportunidades y libertad”, insiste. “El 10 de enero de 2025, día de la toma de posesión, Venezuela tendrá en Edmundo González Urrutia su nuevo presidente y su nuevo comandante en jefe”.