Madrid. Mariano Rajoy anunció este martes que abandonará, tras 14 años, el liderazgo del Partido Popular (PP, conservador), después de caer el viernes en la moción de censura promovida por el socialista Pedro Sánchez, nuevo presidente del Gobierno español.
“Ha llegado el momento de poner punto y final a esta etapa. El PP ha de seguir avanzando y construyendo su historia de servicio a los españoles bajo el liderazgo de otra persona”, anunció en Madrid ante la cúpula de su partido, sacudido en los últimos años por una cascada de escándalos de corrupción.
“Es lo mejor para el PP y para mí, y creo que también para España”, añadió el líder conservador de 63 años, quien en el 2004 fue designado a dedo como presidente del PP por José María Aznar, jefe del ejecutivo de 1996 hasta ese año.
El nombre de su sucesor se conocerá en un congreso extraordinario para el que todavía no hay fecha, y que deberá fijar la dirección nacional de partido.
Según Rajoy, servirá para abrir “una nueva etapa”, aunque al no haber sucesor designado, lo que se anuncia es una dura batalla por el liderazgo del PP, que posee la mayor bancada en la Cámara Baja y dispone de mayoría absoluta en el Senado.
En ese pelea se barajan entre otros los nombres de la vicepresidenta saliente del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la número dos del PP y ministra saliente de Defensa, María Dolores de Cospedal, o el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, quien presume de dirigir el único gobierno regional en España con mayoría absoluta.
El tiempo en cualquier caso apremia, ya que en mayo del 2019 habrá elecciones municipales, regionales y europeas.
“Casi tendrían que afrontar un congreso de refundación, porque las siglas del Partido Popular están muy tocadas”, indicó el politólogo Pablo Simón.
En esta nueva fase, el PP deberá además estar muy atento a su rival en la derecha española, el partido Ciudadanos, liderado por Albert Rivera (38 años).
Pablo Fernández, investigador en Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III de Madrid, comentó que Ciudadanos tendrá de aquí a mayo “un líder más joven, ya consolidado, mientras el PP está inmerso en una competición interna”.
Una coyuntura que “puede favorecer a Ciudadanos y perjudicar al PP”, en su opinión.
Trayectoria dilatada
Desde hace cerca de 40 años, Rajoy milita en el PP, un partido en el que comenzó pegando carteles en su Galicia natal, y con el que ocupó todo tipo de cargos a nivel municipal, regional y nacional.
Su liderazgo, aunque sólido dentro de la formación, se vio definitivamente fragilizado cuando a fines de mayo la Justicia española sentenció que el PP fue partícipe a título lucrativo de una trama corrupta, conocida como la Gürtel. En esta, una serie de empresarios estuvieron sobornando a cargos del PP entre 1999 y el 2005 para obtener contratos públicos.
La sentencia, que estableció igualmente una contabilidad paralela en el PP de 1989 al 2009, precipitó la moción de censura presentada por el socialista Sánchez, quien reunió el apoyo de ocho fuerzas políticas en el Parlamento y desalojó a Rajoy de la Presidencia del Gobierno después de seis años y medio.
La Gürtel y otros escándalos de corrupción en el partido, actualmente en manos de los tribunales, ya habían hecho fuerte mella en la imagen de Rajoy y en el PP, que por eso mismo perdió en el 2015 la mayoría absoluta de que gozó los cuatro años anteriores.
En ese sentido, el instituto Metroscopia, en su sondeo de mayo, señaló que el 86% de los encuestados y el 63% de votantes del PP pensaba que el tiempo de Rajoy ya había pasado.
En su discurso este martes, Rajoy arremetió de nuevo con dureza contra Sánchez, al que vaticinó “mucha más inestabilidad y más bloqueo político”, dado lo variado de sus apoyos, desde la izquierda radical de Podemos a los nacionalistas vascos y catalanes
.Igualmente presumió del balance económico de su gobierno, en una España que de la recesión pasó a crecer en los últimos años más de un 3%, y de haber frustrado el intento de secesión unilateral de Cataluña el pasado otoño.