La Haya. El neerlandés Mark Rutte, conocido por su capacidad para hacer entrar en razón a Donald Trump, necesitará movilizar todas sus habilidades diplomáticas para liderar la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) en uno de los períodos más difíciles de su historia.
Los 32 países de la Alianza Atlántica nombraron el miércoles al primer ministro neerlandés saliente, de 57 años, como próximo secretario general. Asumirá sus funciones el 1°. de octubre.
Rutte, que mide 1,93 m, tiene muchos apodos, como “Teflon Mark”, por su capacidad para mantenerse en el poder, o “The Trump Whisperer”, el que susurra al oído de Trump, que busca regresar a la presidencia de Estados Unidos tras las elecciones de noviembre.
La primera cualidad le ha servido para ser el primer ministro con más años en el cargo en su país. En 2021 logró incluso sobrevivir a la dimisión de su gobierno tras un escándalo relacionado con prestaciones sociales. La segunda cualidad puede ser crucial al frente de la OTAN si Trump, escéptico sobre el compromiso de Estados Unidos dentro de la Alianza, logra un segundo mandato este año.
En 2018, Rutte salvó una cumbre de la OTAN hablando con Trump sobre el gasto en defensa. En una visita a Washington en 2018 no dudó en interrumpirlo con un rotundo “no”.
Rutte también tiene una imagen de “Señor normal”. Además de llegar en bicicleta a las reuniones con líderes extranjeros, hace sus propias compras en el supermercado y conduce él mismo un Saab para ir a ver al rey.
Países Bajos firmó este año un acuerdo de más de $2.000 millones de asistencia militar a Ucrania durante diez años. Rutte también lideró los esfuerzos para equipar a Kiev con aviones de combate F-16, a fin de que se defienda mejor de la invasión rusa iniciada en febrero de 2022. “Ucrania debe ganar esta guerra. Por su seguridad y la nuestra”, dijo Rutte, el cuarto neerlandés al frente de la OTAN.
Sus 14 años como primer ministro estuvieron marcados, entre otros, por el caso del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, derribado por un misil ruso cuando sobrevolaba Ucrania en 2014. Entre los 298 muertos había 196 neerlandeses. Rutte describió recientemente al presidente ruso Vladimir Putin como “frío, brutal, despiadado”.
El segundo líder europeo con más años de servicio, después del húngaro Viktor Orban, pudo convencer a Turquía y Hungría, los países más refractarios a su candidatura a la OTAN. A Orban le molestó que Rutte dijera que Hungría no debería formar parte de la Unión Europea después de adoptar una ley que prohíbe la promoción de contenido LGTBI+ entre menores.
Rutte enfureció en su momento a los países del sur de Europa con su línea dura sobre los rescates financieros durante la crisis de la deuda en la eurozona, lo que le valió otro apodo, “Señor No”.
Su carrera política en Países Bajos se vio empañada por varios escándalos. El año pasado el repentino colapso de su coalición después de una disputa por el derecho de asilo provocó elecciones anticipadas que ganó la extrema derecha de Geert Wilders.
Rutte es el menor de siete hermanos. Su padre Izaak era comerciante. Su madre Mieke era hermana de la primera esposa de Izaak, fallecida en un campo japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque soñaba con ser pianista, estudió en la Universidad de Leiden y acabó trabajando para el gigante anglo-neerlandés de productos de consumo Unilever.
Su soltería provocó especulaciones en los medios, pero siempre esquivó las preguntas asegurando que se siente “feliz”. Se describe a sí mismo como un “hombre de costumbres y tradición” y pasó toda su vida en La Haya, donde imparte clases de forma voluntaria. “A Mark no le gustan los cambios, siempre quiere lo mismo”, asegura Marco Rimmelzwaan, su peluquero.