Washington. AFP y EFE. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió, este domingo, “destruir” el grupo Estado Islámico (EI) y confirmó que el sangriento ataque contra una oficina pública en California, que dejó 14 muertos, fue “un acto de terrorismo”.
“La amenaza del terrorismo es real, pero nosotros venceremos. Destruiremos al grupo Estado Islámico y a cualquier otra organización que trate de hacernos daño”, expresó en un mensaje a la nación desde el despacho oval de la Casa Blanca.
Obama manifestó que la pareja que el miércoles llevó a cabo el ataque en San Bernardino, California, inició “el oscuro camino de la radicalización, abrazando una interpretación pervertida del islam que pide por una guerra contra Estados Unidos y Occidente”.
Agregó: “Las víctimas fueron brutalmente asesinadas y heridas por uno de sus compañeros de trabajo y su esposa. Hasta el momento, no tenemos ninguna evidencia de que los asesinos fueran dirigidos por una organización terrorista en el extranjero o que formaran parte de una conspiración más amplia aquí en casa”.
En poco más de un cuarto de hora, Obama pasó revista a las informaciones disponibles sobre lo ocurrido en San Bernardino, ofreció detalles sobre su estrategia para enfrentar al Estado Islámico, volvió a pedir un más estricto control de armas y demandó la ayuda de las comunidades musulmanas en Estados Unidos.
Sin generalizaciones. El mandatario recordó que el sangriento ataque de San Bernardino fue protagonizado por una pareja de musulmanes, pero fue enfático en afirmar que los estadounidenses seguidores del islam deben ser vistos como aliados, para evitar eventuales amenazas.
“Si queremos tener éxito en la derrota del terrorismo, debemos atraer a las comunidades musulmanas como uno de nuestros aliados más fuertes, en vez de empujarlas lejos a través de la sospecha y el odio”, expresó el presidente.
El Estado Islámico “no habla por el islam. Son matones y asesinos. Un culto de la muerte. Representan una fracción ínfima de más de mil millones de musulmanes en todo el mundo”, dijo.
Pero añadió que las “ideologías extremistas” son “un problema real que los musulmanes deben enfrentar sin excusas”.
En su mensaje, el mandatario volvió a pedir la adopción de algún tipo de regulación más estricta sobre el acceso a armas, especialmente las pesadas, para hacer que “sea más difícil matar”.
“El Congreso debería actuar para hacer que una persona a la que no se le ha permitido tomar un avión, no pueda comprar un arma. ¿Cuál podría ser la justificación para permitir que un sospechoso de terrorismo compre un arma semiautomática?”.
La alocución de Obama se retransmitió en un momento de inquietud pública sobre la amenaza del EI en territorio estadounidense, tras la matanza de San Bernardino, preocupación que también ha entrado con fuerza en la campaña para las elecciones presidenciales del 2016.
El presidente no ha logrado convencer a la opinión pública de que tiene una estrategia viable para acabar con el I.
Según una encuesta publicada por la cadena CNN , elaborada entre el 27 de noviembre y el 1.° de diciembre (antes de la matanza de San Bernardino) , el 64% de la gente desaprueba la política de Obama para luchar contra el EI y el 60% rechaza su forma de combatir el terrorismo en general.